La Suzuki GSX-S 1000 fue la respuesta de la firma japonesa a las peticiones de los aficionados, o eso al menos se dijo en su momento. Por fin, Suzuki ponía el motor de la Gixxer “de litro” en una naked, y al hacerlo, se ganó las alabanzas de muchos medios de comunicación. Y eso que la receta era sencilla y muy usada por los fabricantes nipones: aprovechar modelos deportivos ya descatalogados, para crear motos menos radicales, pero no por ello menos pasionales.
Así han nacido una gran cantidad de modelos. Por ejemplo, la Honda CB 600 Hornet original nació así, de usar un motor fuera de catálogo –.el de la CBR 600 F– para dar vida a una naked que fue todo un éxito gracias a su diseño y a un talante claramente deportivo. La Fazer de Yamaha seguía el mismo camino, y el éxito fue igualmente muy grande. Suzuki también lo había hecho, pero faltaba una naked “de litro” con un corazón realmente racing: el de la GSX-R 1000 K5.
Sí, se recurrió a ese viejo motor para la Suzuki GSX-S1000 y lo vistieron con un traje atractivo, aunque a pesar de una naked, el motor apenas se puede ver. Monta una quilla que cubre parte de la zona inferior del motor, mientras que las barras del chasis y la cubierta del radiador hacen lo mismo, pero con la parte superior. Detalles que realmente no importan, porque el resultado es más que acertado; bien proporcionado, ergonómico y con un elevado colín que potencia la imagen de motor rápida y potente.
Y lo es, vaya que si lo es. El motor de la Gixxer 1000 K5 era una bestia, todo lo que se decía de aquella moto iba siempre en el mismo camino: la Superbike definitiva, con un motor portentoso y una facilidad de uso sensacional. Y todo eso se buscó traslada a la GSX-S1000, pero con un talante más taimado, pero no por ello menos poderoso. Hablamos de 150 CV a 10.000 revoluciones y 108 Nm de par a 9.500 revoluciones para 212 kilos.
ABS, control de tracción con tres niveles, frenos de anclaje radial en la rueda delantera… Suzuki no se dejó nada al azar y añadió buenos detalles en una moto que tenía que mantener la esencia de la saga GSX. De hecho, el talante deportivo está siempre presente con una conducción muy apoyada en la rueda delantera y un gordo neumático trasero de 190 milímetros para aplicar sobre el asfalto cada uno de los 150 CV del motor.
No es, como cabe esperar, una motocicleta para noveles ni para almas tranquilas. La Suzuki GSX-S1000 tiene alma de Superbike.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS