La BMW RS M255 Kompressor es una de las motos alemanas más famosas del mundo, gracias, entre otras cosas, a su innovador motor sobrealimentado y a todos los éxitos que logró en su época, allá por la década de los 30. De hecho, es tan famosa que sus precios en subastas puede llegar a los 400.000 euros…

Allá por los años 30, Alemania buscaba destacar y convertirse en una de las referencias mundiales a toda costa. El gobierno ayudaba a sus empresas, que desarrollaban productos de altísima tecnología para la época, como bien demostraron las famosas flechas de plata alemanas, aquellos Auto Union y Mercedes de altísimas prestaciones.

En el mundo de las dos ruedas no era diferente y BMW puso toda la carne en el asador para ponerse al frente de la industria de la motocicleta con desarrollos como la RS M255 Kompressor, una moto que estableció varios récords mundiales, como el que logró en 1937 al alcanzar los 280 km/h. Récord que se mantuvo hasta 1951 –con la Segunda Guerra Mundial mediante, claro–.

BMW, conocido fabricante de motores de avión, pasó a fabricar motocicletas después de la Primera Guerra Mundial, como muchas otras empresas especializadas en aeronáutica. Fue de los primeros en dar un paso como este, y fue todo un éxito representado por motos como la que nos ocupa.

Hoy día puede la BMW RS M255 Kompressor parecer una moto muy sencilla, pero allá por los años 30 era un espectáculo a nivel técnico. El chasis era una estructura tubular que daba forma a una doble cuna, que acogía un motor de dos cilindros boxer de 750 centímetros cúbicos –procedente de la BMW R63–, al que se acopló un compresor. Eso permitió lograr una potencia de 55 CV a 7.000 revoluciones, potencia suficiente para lograr velocidades de hasta 220 km/h.

El motor tenía dos árboles de levas en cada culata, accionados por piñones cónicos. También montaba tapas de motor fabricadas con magnesio, material que se usaba también para las llantas. Todo con el objetivo, como cabe esperar, de mantener el peso lo más bajo posible; para la ocasión, se quedó en 139 kilos. Con esta moto, el piloto británico Geor Meier logró la victoria en la Isla de Man en 1939, con medias de velocidad de 144 km/h.

Poder alcanzar dichas velocidades en los años 30 no era cosa, únicamente, del motor. Las suspensiones también fueron artífices del éxito al incorporar un sistema delantero de horquilla telescópica y una suspensión trasera de émbolos.

Se fabricaron 10 ejemplares de la BMW RS M255 Kompressor y se tiene constancia de que han sobrevivido siete unidades.