Bajo el nombre de Fusconeta, nos encontramos con un vehículo bastante peculiar, que tiene de motocicleta el hecho de pisar el asfalto con dos ruedas, tener un asiento y un manillar. El resto tiene muy poco de moto, ni siquiera el motor se podría decir que es de moto.

En realidad, la Fusconeta es una mini moto –una minibike, como las llama mucha gente– de fabricación, por lo general, artesanal, que se fabrica con elementos de procedencia variada. Así, por ejemplo, la carrocería es un guardabarros delanteros de un Volkswagen Beetle, al que se añade un asiento con muelles, un manillar con dos espejos, un faro delantero también de Beetle y un piloto trasero de la misma procedencia.

Una de las primeras personas en fabricar una Fusconeta fue Brent Walter, quien se fabricó un par de unidades después de restaurar su propio Volkswagen Escarabajo y quedarse con dos guardabarros de repuesto. Se adaptó para recibir todos los elementos necesarios para su conducción y se añadió una minimoto, la cual puso chasis, motor y suspensiones.

Las primeras creaciones, conocidas como Volkspod, se hacían con guardabarros originales, pero las últimas –como la que aparece en la imagen–, se hacen con réplicas fabricadas con fibra de vidrio para contener el peso. La Fusconeta no tiene suspensiones, tan solo los muelles del asiento y la flexibilidad que otorguen los neumáticos y en cuanto al motor, es un Predator de un solo cilindro con 233 centímetros cúbicos y refrigerado por aire con 6 CV, embrague centrífugo y una transmisión final por cadena –los motores Predator se fabrican en China, pero se dice que está parados en diseños de Honda–.

Para detener tan peculiar aparato se recurre a un freno de disco trasero y para las ruedas, se recurre a neumáticos de kart, lo que garantiza tener repuestos cuando sea necesario.

Como curiosidad, las Fusconetas no se fabricaban en serie y todo dependía del éxito que tuviera la unidad de las fotos. Se subastó a traves de Mecum Auction el 11 de julio de 2024 aunque no han publicado el precio –no debería haber sido especialmente cara–. Es decir, si la moto se vendía y se vendía bien, pasarían a fabricar una pequeña tirada limitada.

El objetivo de sus creadores, a menos el que ellos dicen buscar, es ofrecer un vehículo de movilidad urbana cargado de personalidad. Sería una moto que entraría en el peculiar mercado de las motos muy pequeñas. No obstante, para tener algo de tirón en Europa debería tener un motor más pequeño, un 125 centímetros cúbicos a lo mucho.