En 1983 se presentó la Cagiva Aletta Rossa 125, un modelo del segmento trail-enduro que estaba diseñada “para un público joven y dinámico”, según los anuncios de la época. Pero no solo eso, sino que resultaba un modelo moderno y vanguardista, siempre que hagamos caso a lo que decía la prensa de la época.
Uno de los primeros puntos a destacar de la Cagiva Aletta Rossa 125, era su motor con refrigeración líquida, una innovación en el segmento del enduro-trail que llegó con la moto italiana. Según contó Cagiva en su momento, el desarrollo estuvo a cargo del ingeniero Egisto Cataldi y contaba con una bomba de agua de 56 milímetros, montada en el motor monocilíndrico dos tiempos de 124,63 centímetros cúbicos de la Cagiva SXT 125 –una enduro con motor refrigerado por aire y que tuvo bastante éxito–, pero convenientemente actualizado.
Por ejemplo, se montó lubricación separada con bomba Mikuni de desplazamiento variable, admisión por láminas y un carburador Dell’Orto, para lograr 15 CV a 7.000 revoluciones y una velocidad máxima de 114 km/h. No en balde, no solo era una moto ligera, sino que también tenía una caja de seis relaciones; la primera de su tipo en la categoría.
Este motor se anclaba a un chasis de tipo doble cuna cerrada, que también tenía su origen en la SXT, pero con cambios en el apartado de suspensiones. La horquilla pasó a ser de tipo telescópica hidráulica firmada por Llobe –empresa española–, mientras que atrás había un sistema “Soft Damp” con un amortiguador hidroneumático. Todo ello apoyado sobre el suelo con llantas de 21 y 18 pulgadas según fuera delante o detrás –en opción se ofrecían llantas de aleación suministradas por Akront–.
Además, la instrumentación era inusual en una enduro de la época. Había un velocímetro, un tacómetro, cuentakilómetros y toda una serie de indicadores luminosos, como el testigo de la reserva de gasolina.
Toda la innovación que presentó la Aletta Rossa 125 se adornó con un diseño exterior que se apuntaba a las modas imperantes en aquellos años. Modas que se apreciaban claramente en la cubierta y en la forma del faro, en el depósito, muy inclinado y formando bloque –visualmente– con el asiento y con las tapas laterales.
El éxito de la Cagiva Aletta Rossa 125 fue inmediato y solo en 1983 se vendieron 12.000 unidades y en 1984 vio como aparecía en el mercado la Cagiva Ala Rossa, la hermana mayor con 27 CV. También se efectuaron algunos cambios en la Alett Rossa, aunque los más importantes fueron meramente de decoración.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS