La Royal Enfield Land Speed Racer es la primera motocicleta “desnuda” –naked, pero en español– que superó los 320 km/h y para ello, se configuró de una forma bastante peculiar. Solo hay que fijarse en sus dos motores, en la enorme y fea tapa que cubre los embragues y en el mínimo depósito de combustible.
Diseñada y fabricada por Jimmy Enz en Lynwood, California, a finales de la década de los 60, no contó con apoyo oficial de la marca, a pesar de que su creador era un verdadero entusiasta de la compañía hasta el punto de evitar toda moto rival de mismo origen –es decir, no conducía nunca las Norton, las BSA o las Triumph–.
La pasión de Jimmy por las Royal Enfield se puede apreciar en un récord que logró en 1964, al alcanzar los 217,5 km/h con una Enfield Interceptor que modificó lo necesario para hacerla especialmente rápida. Continuó modificando la motocicleta hasta que logró alcanzar los 247,16 km/h, pero nunca se hizo oficial porque no pudo completar las dos pasadas obligatorias al explotar el motor en la segunda vuelta.
Dicho suceso fue, precisamente, el que desencadenó la creación de la Royal Enfield Land Speed Racer; Jimmy se había quedado sin montura y era el momento para dar vida a un nuevo proyecto. No obstante, para la ocasión, el objetivo era superior y por tanto, se requería una máquina especial cuya producción fue totalmente artesanal.
Lo primero que hizo el señor Enz fue la creación del chasis, una estructura de tubo de acero de sección cuadrada donde se montaron dos motores de Royal Enfield Interceptor de 736 centímetros cúbicos cada uno. Jimmy decidió seguir con Royal Enfield por su pasión por la marca, pero también por ya conocía sus motores y sería más sencillo trabajar con ellos.
Antes de instalarlos en ningún sitio, se desmontaron y se reconstruyeron por completo, al tiempo que se adaptaron al uso de alcohol y nitrometano. Se usaban carburadores que recibían el combustible procedente de dos depósitos fabricados con aluminio, uno para cada motor.
Se dice que ambos motores debían rondar los 200 CV, y además, funcionaban con sus transmisiones y embragues de origen, lo que dejaba claro que, al menos esos elementos, eran realmente fiables y duraderos.
No obstante, Jimmy Enz nunca pudo batir ningún récord, ni siquiera pudo ver a su creación en circulación, pues falleció a finales de los años 60. Fue su amigo Don Sliger, quien se aseguró de que la Royal Enfield Lad Speed Racer se presetara para intentar batir el récord en las salinas de Bonneville. Don conduciría personalmente la motocicleta y así, en 1970, logró marcar un promedio de 194,724 mph en ambas direcciones, casi 314 km/h. Llegó a registrar una velocidad máxima de 203,16 –326,95 km/h– y supuso la primera vez que una moto “no aerodinámica” superaba las 200 millas/hora.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS