La Armstrong CF 250 debería ser una máquina mucho más recordada y apreciada, pues tiene en su palmarés la primera victoria en competición para una motocicleta con chasis de fibra de carbono. Efectivamente, no fue la Ducati Desmosedici GP9 la primera moto con chasis de fibra de carbono en conseguir una victoria, fue la montura de esta pequeña fábrica británica de la que nadie parece acordarse.

Para conocer la historia de Armstrong hay que retroceder en el tiempo, hasta 1981, cuando Armstrong compró una participación mayoritaria en CCM –por entonces en manos de Alan Clews– y, al mismo tiempo, compraba los derechos de la SWM XN Tornado. De esta combinación nació la Armstrong MT 500, que se vendió al ejército británico. Además, también fabricó modelos de trial, motocross y alguna scrambler.

Uno de los momentos más destacados de Armstrong, fue cuando Bombardier subcontrató el desarrollo y la producción de algunos modelos de Can-Am a la firma británica, que por cierto, empleaba motores Rotax, una marca propiedad de Bombardier. Con el tiempo, se vendió el negocio militar a Harley-Davidson y CCM regresó a manos de Alan Clews, y en 1987, Armstrong cerró sus puertas.

No obstante, antes de ello dejó su marca en las carreras con la Armstrong CF250, una motocicleta de competición con chasis de fibra de carbono. Cuando se presentó oficialmente, se consideró una moto revolucionaria y, además, como la primera de su tipo, algo que, en realidad, recae en manos de la Suzuki TT Formula 1 construida en Nueva Zelanda.

El chasis de la Armstrong CF 250 era de tipo doble viga que pesaba solamente ocho kilos, que destacaba por una elevadísima robustez al contar con refuerzos con paneles de aluminio. El motor era un Rotax de dos cilindros, que obligó a modificar algunos detalles del chasis, ya que había sido diseñado para emplear un motor de creación propia, algo que se tuvo que descartar porque el responsable del proyecto, Barry Hart, abandonó el negocio de las motocicletas.

Dicho propulsor limitó las opciones de la motocicleta, pues no solo estaban por detrás técnica y tecnológicamente, también lo estaba en cuanto a fiabilidad, aunque no impidió que la Armstrong CF 250 dominara el Campeonato Británico de 250 centímetros cúbicos y que, además, lograra ocasionalmente algún que otro logro internacional.

Entre las curiosidades de la Armstrong CF 250, merece la pena destacar la colocación del amortiguador trasero, en voladizo debajo del motor y en posición llamativamente adelantada. También llama la atención los radiadores dobles, con los que se pretendía aumentar la refrigeración sin comprometer el ancho total de la moto. La horquilla era Forcella Italia y los frenos eran de Brembo.