La Rudge V2 –o Rudge V-Twin– es una motocicleta que, seguramente, muchos motoristas conoceran. Es una máquina creada ex profeso para batir récords de velocidad en la década de los 20 y que, además, logró algunos de bastante calado. Moto, por cierto, que se restauró en 2022, justo 100 años después después de haber logrado sus objetivos.
No podemos negar que la evolución de la motocicleta ha sido espectacular, aunque en el fondo, todo sigue igual, ¿o no? Los motores mantienen sus cilindros y pistones, las ruedas, de caucho, siguen están llena de aire, los frenos mantienen su funcionamiento por rozamiento, las suspensiones siguen usando muelles y amortiguadores, los mandos son más o menos similares… Y todo el que se sube a una motocicleta, lo hace, en la mayoría de las ocasiones, por pasión.
Todo también viene acompañado por una búsqueda obsesiva de la velocidad, al menos así ocurría en los años 20, cuando se batían récords casi cada día. Ahora la velocidad absoluta no es tan perseguida, sabemos que podemos ir muy rápido, aunque hay cosas que nunca cambian, como las ganas de montar en moto con cualquier excusa –y sin ella–. Dos cosas que hubo en la historia de la Rudge V2, ganas de ir rápido y excusas para seguir pilotando.
Rudge era una marca de motos muy presente en competición. Se fundó en 1877, aunque su actividad no era la producción de motocicletas, algo que ocurrió en 1910. En 1911 ya había participado en el TT de la Isla de Man, prueba que ganó en 1914. Sin embargo, sus logros más famosos fueron en 1922 con la Rudge V2, cuando batió varios récords en Brooklands. Poco se sabe de la motocicleta, aunque fue restaurada en 2022, aunque se estima que la velocidad maxima ronda los 130 km/h, para lo que se necesitaría, mínimo, 15 CV.
La V2 tenía un motor muy avanzado para la época, con válvulas en las culatas, refrigeración por aire y 996 centímetros cúbicos. Con este motor se logró el récord de las 500 millas a una velocidad media de unos 120 km/h, de las 600 millas a una velocidad media de 115 km/h y de las seis horas a una velocidad media de 120,73 km/h. Tras esto, se perdió la pista a la moto, que apareció en 1956, en un huerto. Había sido usada como para el día a día con un sidecar y había sido almacenada poco después durante cerca de 60 años.
En 2019 se donó al Museo de Brooklands, donde se catalogó, se identificó y se restauró.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS