La Malaguti RST 50 es una de esas motos que, quizá, sea totalmente desconocida en España, aunque en realidad si tuvimos este ciclomotor en nuestras carreteras, aunque se vendió bajo el logo de Rieju tiempo después de su presentación en 1987. También es cierto que la Rieju RST fue más popular en su versión de 80 centímetros cúbicos, una categoría con mucho tirón comercial en España.
El desarrollo de la Malaguti RST 50 se debe, básicamente, a la presentación, en 1986, de la Aprilia AF1 50, un ciclomotor de talante deportivo que superaba notablemente a la montura que su rival italiana tenía en aquellos momentos, la Malaguti RGT. Así, pues, en 1987 hacía acto de presencia la RST 50, cuyo diseño adoptaba muchas tendencias de la época y desprendía un aura tremendamente deportiva. Tendencias, como por ejemplo un carenado tipo Aero, totalmente cerrado y que no dejaba ver ni el chasis ni el motor, junto a un conjunto depósito-colín de una sola pieza que parecía fundido con el carenado.
Un traje muy cuidado y atractivo, que vestía por completo un chasis de tubos de acero –doble cuna con tubo cuadrado– y un subchasis fabricado, igualmente, con tubo de acero. Tenía curiosidades tales como una salida de escape bajo el colín o una batería en la parte baja del chasis, soluciones ya vistas en la Gilera KZ y Gilera KK. Lucía detalles interesantes como una instrumentación Veglia Borletti de una sola pieza y con información que no tenía muchas rivales, como indicador de temperatura del refrigerante y toda una serie de chivatos luminosos.

Como modelo deportivo que era, presumía de elementos avanzados para el chasis, como una horquilla Marzocchi con barras de 32 milímetros y sistema antihundimiento ajustable en tres posiciones, acompañada de un sistema tipo cantilever para la rueda trasera con amortiguador de la marca Sebac. Los frenos eran cosa de Grimeca, con disco en las dos ruedas.
El motor era un nuevo desarrollo de Franco Morini. Según decía la marca, era un motor totalmente nuevo, pero en realidad era una evolución del motor que tenía la moto a que sustituía. Curiosamente, tenía carrera larga, cilindro de aleación con tratamiento antifricción –gilnisil–, admisión por láminas, encendido electrónico, arranque eléctrico opcional, mezcla automática… La caja de cambios era de cuatro relaciones.
No se puede negar que la Malaguti RST 50 era una digna rival de la Aprilia AF1 50, pero al contrario que esta, que recibía actualizaciones casi al mismo tiempo que sus hermanas mayores, la RST 50 apenas cambió durante todo el tiempo que estuvo en producción –hasta 1991–. En el 89 recibió un carenado de plexiglas y un faro de nuevo diseño, nuevas salidas de escape y nuevas llantas. En 1990 se volvió al carenado de plástico y se integró un nuevo colín, al tiempo que se montaba un motor “nuevo”, que en realidad o era nuevo, si no que era el mismo que antes, pero con una caja de cambios de tres relaciones, obligada por normativa italiana, así como el arranque eléctrico de serie.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS