Moto del día: Aprilia Dordosuro 900

Moto del día: Aprilia Dordosuro 900

Una Supermotard supervitaminada


Tiempo de lectura: 2 min.

La Aprilia Dorsoduro 900 era lo que debería haber sido el modelo desde un primer momento. Es decir, una moto totalmente desarrollada, lo contrario de lo que ocurría con las primeras ediciones, la Dorsoduro 750 y la Dorsoduro 1200, aparecidas en 2008 y 2010 y criticadas por algunos medios por el funcionamiento de la electrónica y algunos ajustes de la suspensión.

Con la 900, además, se reemplazaba a las dos versiones anteriores y, en teoría, se eliminaban también los pequeños defectos de aquellas, es decir, se pulía la electrónica y las suspensiones, al tiempo que se hacía más veloz y ágil en curva. No obstante, la Dorsoduro 900 era, básicamente, la misma motocicleta pero con un motor diferente y algunos cambios aquí y allá.

La Aprilia Dorsoduro es un modelo interesante. Es, a simple vista, una Supermotard, pero cuando analizas un poco más sus características, te das cuenta de que habría que llamarla, como bien hizo Ducati, Hypermotard. Es más grande que cualquier Supermotard, más pesada y mucho más potente, ya que, sujeto a su chasis de tubos de acero y aluminio, hay un motor de dos cilindros bastante grande.

Aprilia Dorsoduro 900 (2)

En el caso de la Dorsoduro 900, se trata de un motor con 896 centímetros cúbicos, con cuatro válvulas por cilindro, dos árboles de levas y la capacidad para generar 95 CV a 8.750 revoluciones y 9,17 mkg a 6.500 revoluciones. Son cifras que hacían buen conjunto con sus 212 kilos, aunque los usuarios que midieran menos de 1,75 metros no tendrían fácil controlar la moto en parado; la altura del asiento era de 870 milímetros…

Uno de los detalles más criticados en su momento se aprecia a simple vista: la versatilidad y la usabilidad de la Dorsoduro es nula, o casi. Es una motocicleta con un claro compromiso hacia el aspecto más lúdico de tener una moto. De hecho, según la revista Motociclismo, es muy difícil “pilotarla de forma relajada”. La posición de conducción no era agresiva, el manillar era ancho y el asiento era ligeramente mullido, cosas que permitían no sufrir cada día a los mandos de la moto. Eso sí, para viajes largos, era mejor buscar otras opciones a no ser que invirtieras una gran cantidad de dinero en accesorios de dudosa funcionalidad.

Como se ha dicho antes, la electrónica se revisó por completo para refinar su funcionamiento –acelerador electrónico de nueva factura, ABS, control de tracción con tres niveles y desconexión, instrumentación TFT… –, al tiempo que se mejoraba también el apartado de las suspensiones KYB.

Dichos cambios sirvieron para convertir a la Dorsoduro 900 en una moto muy eficaz, difícilmente superable en una carretera con muchas curvas y pocas rectas, donde la estabilidad, la facilidad para cambiar de dirección y su lejano parecido con una Supermotard, encontraban su mejor terreno.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

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