Moto del día: Triumph Bonneville Bobber

Moto del día: Triumph Bonneville Bobber

Una muestra más de que las motos de estilo clásico no tienen secretos para los británicos


Tiempo de lectura: 2 min.

La Triumph Bonneville Bobber no debería haber sido una presentación especialmente llamativa o rompedora, era Triumph haciendo de Triumph. Sin embargo, las cosas fueron muy diferentes y la expectación alrededor de la moto sorprendió incluso a la gente de la propia marca. No debemos olvidar que los británicos se han ganado un hueco en el mercado con sus modelos de corte clásico y una moto, que toma como punto de partida la Bonnie, merece toda la atención.

Así, en 2017, la Bobber inglesa hacía acto de presencia con un diseño absolutamente clásico, pero sin que por ello descuadrada en el mercado actual. Pocas marcas han logrado semejante control en el diseño de motos “old school” como Triumph. Son capaces de crear casi cualquier cosa, con un aura claramente añeja, pero con toda la tecnología actual y sin resultar fuera de lograr entre el tráfico. Ahí están las TRiumph Thruxton o la Steren Twin.

Con la Bonneville Bobber las cosas no iban a ser diferentes y desde el primer momento, la imagen que desprende la moto engancha y cautiva. La sencillez es máxima, sobre todo en la zona trasera, donde el sillín de tipo flotante y “vacío” de toda la zona abogan por un estilo bobber clásico y tradicional. Por supuesto, el chasis es un “softail”, tiene la suspensión trasera oculta, pero asemeja a la perfección un chasis rígido.

A simple vista parece una moto pequeña y ligera, pero engaña. Pequeña es, pero ligera no, pues supera los 220 kilos con cierta holgura. Al menos tiene el centro de gravedad muy cerca del suelo, un asiento con poca altura y una posición de conducción cómoda y natural, muy del estilo de las custom, aunque en este caso con un aura menos ostentosa, con guardabarros más comedidos, menos cromados y una distancia entre las ruedas más corta.

El motor es un dos cilindros de 1.200 centímetros cúbicos –basado en el motor de las Bonneville T120–. La cifra de potencia era de 77 CV a 6.100 revoluciones, más que suficiente para el talante y personalidad general de la moto. Además, esconde control de tracción, dos mapas de funcionamiento y ABS.

Como cabe esperar, no es una moto para rodar rápido, sino para circular ligero, pero sin llegar a extremos, sobre todo porque las estriberas rozan pronto y la suspensión está enfocada a ofrecer comodidad de marcha. Merece la pena destacar que, como la propia Triumph ha demostrado en otras ocasiones, son capaces de ofrecer un chasis y una puesta a punto por encima de la media, y la Bonneville Bobber no era diferente, con un paso por curva llamativamente rápido para el tipo de moto que es y con unos frenos que sorprendían por su potencia.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

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