La Benelli Leoncino 502 hizo acto de presencia en 2017. Suponía el regreso de Benelli por todo lo alto, después de una temporada fuera de las portadas de las revistas. De hecho, se escogió el nombre de Leoncino, un modelo mítico de la firma, para reforzar esa idea de un regreso con más fuerza que nunca, aunque para la ocasión, en lugar de una 125 con motor dos tiempos, se optó por un motor de 500 centímetros cúbicos, en pleno meollo del A2 y donde las ventas suelen ser importantes.

Seamos sinceros. A una gran parte de los usuarios de moto nos gustan los motores grandes y potentes, no hay nada como tener caballería disponible, pero las motos que más se venden no son las más potentes, ni mucho menos. Las motos que más se venden suelen estar por debajo de los 100 CV, pero no porque haya miedo o sean complicadas de conducir, sino por cuestión de precio. No todo el mundo puede invertir más de 10.000 euros en una moto, y otros tantos no están dispuestos a hacerlo. Hay que tener en cuenta que muchos moteros, también tienen coche y afrontar el pago de los dos vehículos no es fácil.

Por eso, las motos del segmento del A2 suelen ser muy populares. Por un lado, el hecho de que mucha gente se quede ahí, en el A2, ayuda a potenciar las ventas. Por otro lado, los precios son accesibles y convierte a las motos de la categoría en compras muy interesantes. Sirva de ejemplo la Benelli Leoncino 502, que en 2017, cuando comenzó su andadura comercial, costaba 6.000 euros. Concretamente 5.990 euros. Así, es lógico que las ventas acompañen.

La Benelli Leoncino 502 era el ataque de Benelli al centro del segmento A2. Un modelo que se inscribía en la moda de las motos de aspecto “vintage” y scrambler, muy popular en aquellos años –y mucho después también–, después de, según contó la marca, un largo proceso de desarrollo que incluyó largos sondeos de mercado para encontrar el concepto de moto que buscaban los usuarios.

Con 35 kW –equivalentes a unos 48 CV–, se quedaba en el límite máximo del carnet A2 y si tenemos en cuenta lo que decía la prensa en aquel entonces, gracias a su cigüeñal calado a 180 grados, el tacto que ofrecía el motor era agradable, tenía una gran respuesta y contaba con una entrega de par líneal y fácil de aprovechar. El propulsor, con dos cilindros en paralelo, se compartía con la Benelli TRK 502 y para dar vida a la Leoncino, recibió cambios en admisión y escape.

La Benelli Leoncino 502 era una moto que, salvo el motor, había sido desarrollada desde cero. Un nuevo modelo para dar comienzo a una nueva era que les ha llevado a ganarse el favor del público.