¿Sabías que la Yamaha Aerox todavía sigue en el mercado? Seguro que sí, apareció en muchas noticias, no en balde, el Aerox fue un scooter mítico entre la chavalería a comienzos del Siglo XXI y en ocasiones, todavía se puede ver alguno por las calles. Sin embargo, el que todavía sobrevive, en mercados como India o Malasia, poco tiene que ver con el Aerox que conocemos. De hecho, sirva de ejemplo en grandilocuente nombre que tiene nuestro protagonista: Yamaha Aerox Alpha Turbo Ultimate.
El segmento de los scooter “de 50”, ese que insuflaba dinero constante a la industria de la moto durante décadas, fue al traste por diferentes acciones y diferentes cambios de normativa, como la obligatoriedad de cumplir 15 años para poder conducir un ciclomotor –antes 14 años–, lo que restaba mucho interés –¿Por qué comprar un ciclomotor, cuando al año siguiente puedo tener una 125? Menuda pérdida de tiempo y de dinero– y, por supuesto, la convalidación del carnet B para poder conducir motos “de 125”, hizo estragos.
Fuera el motivo que fuera, el caso es que aquellos scooter con motorcillo de 49 centímetros cúbicos, fáciles de conducir y mucho más fáciles de manipular, acabaron por abandonar el mercado. ¿Podrían haber adaptado? Obviamente, sí, ahí está el Yamaha Aerox que se vende en sitios como Malasia. Es el heredero de aquellos pequeños y radicales scooter, que además, también servían como base para preparaciones de auténtica locura e incluso para competición. No obstante, aunque heredero, no es, ni de lejos, tan radical, aunque conserva cierto aire agresivo del viejo Aerox.

En lugares como Tailanda, consieran al Aerox Alpha como un maxiscooter, mientras que para nosotros sería un scooter con aspiraciones deportivas. También son algo exagerados con las denominaciones, pues al modelo más equipado de la gama lo llaman Yamaha Aerox Alpha Turbo Ultimate. La palabra turbo ha quedado para la simple denominación de versiones, incluso en el mundo de la moto, pues, no hace falta, que la Yamaha Aerox no tiene turbo… Lo que sí tiene, no obstante, es un equipamiento bastante interesante.
Como corazón, todo es, digamos, tradicional en el mundo del scooter. El motor tiene solo un cilindro, pero en este caso, con 155 centímetros cúbicos y refrigeración líquida, que rinde 15,4 CV y 14,2 Nm de par. Interesante opción de cubicaje que, todo sea dicho, le da un poco más de robustez que un 125 centímetros cúbicos. Tiene la misma potencia que nuestros “cuarto de litro”, pero está menos apretado y seguramente tenga una curva de par y una solvencia mayor.
Pero lo más llamativo de este motor es la transmisión, un CVT de control eléctrico, gracias a lo cual, incorpora dos modos de conducción: Urbano y Sport –Mode T y Mode S–. El primer modo activa una curva de par más plana y versátil, más cómodo para circular en ámbito urbano, el modo S, el deportivo, busca las máximas prestaciones sin tener nada más en cuenta. Para colmo, también incorpora tres programaciones para la aceleración –Yamaha lo llama Y-Shift–: Low, Medium y High, es decir, bajo, medio y alto. Incluso la instrumentación, una pantalla TFT, tiene tres modos de visualización: Estándar, Dinámico y Deportivo –Standar, Dynamic y Sport–. Pantalla que conlleva conectividad para el teléfono, por supuesto.
La lista de equipamiento todavía tiene cosas muy interesantes: señal de parada de emergencia, ABS, luces LED, control de tracción, una horquilla con barras de 30 milímetros…
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS