Si nos fijamos un poco en los chavales de hoy en día, da la impresión de que falta algo de pasión. Es importante tener un perfil en redes sociales muy activo e incluso seguir tendencias, aunque exceptuando las redes sociales, las tendencias siempre han estado ahí. Antes, muchos de nosotros salíamos a la calle ojo avizor y nos dábamos la vuelta en cuanto sonaba aquel característico chillido de un pequeño y estresado motor de dos tiempos y 50 centímetros cúbicos. Aquellas pequeñas motos eran el sueño de miles de chavales, y abarrotaban las calles de los pueblos y ciudades.

Pensándolo fríamente, niños de 14 años a los mandos de vehículos motorizados, capaces de alcanzar los 80 o 90 km/h con cuatro cosas que ellos mismos podían hacer, no era la mejor situación, sobre todo cuando se iba en grupo y todo eran piques. Aunque también es cierto que se llegaba a las motos “grandes” con más experiencia y hasta con cierta coherencia en las acciones y actitudes. Lástima que se haya perdido, y con ello, motos como la Suzuki DR 50 Big, quizá, una de las motos más populares y deseadas de comienzos de los años 90.

La pequeña de las DR Big salió al mercado en 1989 y era, básicamente, una copia a escala pequeña de las Suzuki DR 800 Big, incluido el mítico “pico de pato”, aquel guardabarros delantero que tanta personalidad le otorgaba al modelo. La Suzuki DR 50 Big fue diseñada por el catalán Felip Millet Busquets, que estuvo en el equipo de Suzuki España hasta 1994, y le otorgó a la DR 50 Big todo lo que un chaval de 14 años podía desear. Incluso habrá quien emulaba a su padre, poseedor de un DR 800 Big, ¿Verdad?

No dejaba nada al azar, con una imagen imponente disponible en varios colores –blanco, amarillo, azul y negro–, solo se diferenciaba de las “gordas” por su tamaño y sí, obviamente, or lo pequeño que era el motor. Sin embargo, cuadro de instrumentos –retroiluminado–, sistema de frenos –disco delantero y tambor trasero–, cubre manetas, un enorme asiento corrido donde llevar a los amigos o a la eventual pareja, horquilla con fuelle de goma… no podía tener mejor pinta y no podía parecerse más a la DR Big grande. No obstante, como curiosidad, las primeras unidades salían de fábrica sin instrumentación ni intermitentes.

El motor, un monocilíndrio de 49 centímetros refrigerador por aire, funcionaba, como todo motorcito “de 50”, mediante ciclo dos tiempos y rendía 2,8 CV a la rueda, pero al cigüeñal era de 4,7 CV a 8.100 revoluciones. Era un motor Franco Morini GS, pero modificado por un grupo termodinámico –cilindro, culata y pistón– fabricado en España con admisión a la falda del pistón, mientras que el original tenía admisión por láminas.

La moto solo pesaba 66 kilos y sin modificaciones, es decir, manteniendo el carburador Dell’ORto SHA 12/12 y el escape de origen, la velocidad máxima de la Suzuki DR 50 Big era de 68 km/h.

Se fabricó, en España, en la fábrica de Avello S.A., en Gijón, hasta 1993 cuando perdió, entre otras cosas, el característico “pico de pato”, y se dio paso a la Suzuki DR 50W –sin el “Big”–, que ya contaba con una careta potafaro más convencional y sí, menos personal, así como con un motor refrigerado por liquido y otros cambios técnicos.