La llegada de las MotoGP supuso un cambio drástico en las carreras de motos, una evolución casi radical. Los motores de cuatro tiempos llegaron con muchas ventajas y un potencial enorme, que solo se detendrá con la puesta en escena, por obligación, de los motores eléctricos. Sin embargo, atrás quedará para el cuerdo algunas máquinas que sacarán una sonrisa a más de uno.
Cuando arrancó el Mundial de MotoGP, Honda arrasó con sus espectacular RC211V, cuyo motor de cinco cilindros no ha tenido réplica en los más de 20 años que tiene la categoría. De hecho, tras unos años de inventos y experimentos, todo acabó por acomodarse al tradicional motor de cuatro cilindros. Los motores de cinco cilindros era, por así decirlo, innecesarios, los bicilíndricos no tenían posibilidades en MotoGP, y los tres cilindros tampoco parecían tener opciones. Al menos, así pasó con Aprilia.
La firma italiana se presentó en MotoGP con una opción bastante particular, aunque interesante, para su montura, la cual, recibió el nombre de Aprilia RS Cube –también se la conoce como Aprilia RS3 o RS3 Cube–. Se optó por un motor de tres cilindros, elección que se basó en algunas decisiones muy curiosas. Por un lado, era una solución que las marcas japonesas no elegirían y por tanto, permitiría que Aprilia se destacara de ellos. Por otro lado, se buscaba lo mejor de dos mundos –de los dos cilindros y de los cuatro cilindros– y además, se busca la compatibilidad con la tecnología de Fórmula 1.
Al ser un tres cilindros de 990 centímetros cúbicos, las cotas internas serían muy próximas a las de un V10 3.0 como los que se usaban en Fórmula 1 en aquellos años, un detalle interesante para el desarrollo de un motor cuatro tiempos que, además, contaría con la experiencia de Cosworth. La presencia de los británicos provocó la aparición de cosas como válvulas neumáticas, control de tracción o acelerador electrónico.
Se decía que rondaba, en su versión de carrera, unos 220 o 225 CV, pero hay rumores sobre motores que llegaron a dar 235 y 265 CV en banco de potencia y nunca se usaron en competición. Y no se usaron porque fueran frágiles, no se usaron porque la versión menos potente era un quebradero de cabeza. Tenía una entrega de potencia abrupta y bestial, al tiempo que resultaba muy puntiagudo –como un Fórmula 1, que tenía entonces el máximo de potencia y par a muy altas revoluciones–.
Los pilotos nunca lograron entenderse con la moto, que no solo era brusca, también era excesivamente rígida. Fueron cinco pilotos los que intentaron domar a la Aprilia RS Cube, y todos desistieron. Nunca se logró pasar de la séptima posición en carrera, a pesar de la enorme inversión que se llevó a cabo. No obstante, el motor demostró que podía ser muy, muy rápido, al registrar desde el primer día las mayores velocidades máximas. También resultó una moto muy atractiva en el plano visual, aunque en las carreras el hecho de ser bonita importa poco.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS