Fue en abril de 2015 cuando el turco Mehmet Doruk Erdem presentó su diseño gráfico tomando la base inspiracional en la Bayerische Motoren Werke. Mehmet nada tiene que ver oficialmente con compañía germana, pero esta moto conceptual, bautizada BMW Apollo Streamliner, con su evocadora estética nos traslada a los veinte dorados, cuando batir récords de velocidad estaba en pleno auge.
El diseñador dejó volar su imaginación y creó una moto preparada para cortar el viento como una afilada cuchilla. Su parte posterior se asemeja al estilo de los modelos más vintage de BMW, pero es el frontal la parte que se lleva el protagonismo. Para romper récords es necesario un carenado lo suficientemente envolvente para generar la menor resistencia aerodinámica posible. Tan solo un faro central “rompre” el depurado diseño de la cubierta.
Las reminiscencias de aquellos tiempos, donde la pasión de la velocidad se contagiaba como un virus en expansión, son visibles en la Apollo Streamliner. Desde la llanta multirradio hasta el asiento de cuero marrón sostenido sobre una pareja de amortiguadores expuestos, al igual que su gran motor. Todo ello se une en un chasis cuyo larguero superior sube desde la rueda posterior y hace cresta fusionándose con el depósito de combustible hasta atravesar el frontal. Con líneas orgánicas que fluyen en su mayoría en sentido ascendente, la Apollo Streamliner emana velocidad aún sin verla en movimiento.
La baja posición de conducción, unido a un depósito de gran longitud, harían al piloto conducir en una posición muy inclinada
Un bello ejercicio de diseño que, de existir, no podría circular por las calles; su escasa dirección y su batalla la harían poco amiga de la urbe. Su lugar estaría en las pistas de velocidad, ya fuese en la Autobahn alemana, en las salinas de Bonneville o en una pista aérea volando sin despegar. No contará con ningún apoyo oficial, pero la visión retrofuturista de Mehmet combina a la perfección la elegancia del art decó con un auténtico espíritu RACER.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS