Este 2023 BMW Motorrad cumple su primer siglo de existencia. Y vaya, aunque un siglo da para mucho -incluido el ir poco a poco ascendiendo en la calidad de la gama ofertada- lo cierto es que la casa germana escaló hasta la cima en muy pocos años. Así las cosas, tan sólo cinco años después de haberse fundado presentó su modelo R63.
El primero con un motor por encima de los 700 centímetros cúbicos -concretamente cubicaba 735- para, junto a unas calidades realmente excepcionales, aposentarse en el segmento más exquisito del panorama europeo en seria contradicción con los fabricantes británicos; tradicionalmente acostumbrados a no enfrentar competencia alguna en este sentido.
Peor vayamos por partes. Para empezar, desde el primer momento BMW optó por el diseño bicilíndrico bóxer para generar el pilar básico no sólo de gama, sino de su propia identidad mecánica. A partir de aquí, la casa bávara fue añadiendo no sólo mejores ajustes a sus motores, sino también avances de todo tipo en relación a la carburación, el cardán, el chasis o las suspensiones. A resultas de ello, al poco de iniciar su vida comercial sus máquinas ya estaban codeándose con las mejores de la época.
Desde el primer momento BMW se postuló como una opción más que creíble para la alta gama, despuntando de manera exponencial en la vanguardia de la técnica al servicio de las dos ruedas
No obstante, a fin de conquistar el segmento más prestacional aún quedaba algo muy importante: incrementar el cubicaje para entrar en el ámbito de las motocicletas con tres cuartos de litros. Debido a ello, cuando se presentó en 1928 la R63 montó una versión ampliada del bicilíndrico bóxer -esta vez con 24CV a 4.000 revoluciones por minuto- alimentado por un carburador de diseño propio con el cual se podía ajustar la mezcla tan sólo accionando un par de palancas combinadas situadas en el propio manillar. En fin, tan sólo uno de los muchos detalles previstos para esta máquina, la cual ambicionaba sin tapujos el nicho más prestacional del panorama europeo.
Por calidad y por precio esta BMW rivalizaba con algunas de las creaciones de la británica Brough Superior; lo mejor de su época en múltiples y exclusivos aspectos
Es más, revisando la oferta de la época vemos cómo esta BMW se mueve justo un peldaño por debajo de las increíbles Brough Superior. De hecho, incluyendo los impuestos de aduana una R63 puesta nueva en el mercado británico sumaba en su factura más o menos lo mismo que una 680 o incluso una SS100. Datos estos que, sin lugar a dudas, nos hablan sobre el nivel representado por esta motocicleta, la cual además prescindía del bastidor en chapa estampada para montarse así sobre uno tubular en lo que, a todas luces, significaba un avance más en materia de rigidez y desempeño.
Una altísima calidad capaz de seducir al propio Henry Ford, quien adquiriera una R63 en 1930. Una de las últimas pues, no en vano, las 794 piezas de las cuales se componía se habían dejado de ensamblar a finales de 1929.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS