Sobre el asfalto, no hay duda sobre las interesantes cualidades dinámicas de la Bultaco Streaker 74. Sin embargo, ésta adquiere aún más valor cuando se pone en contexto. No sólo por ser, junto a su hermana de 125 centímetros cúbicos, la última gran creación de la casa barcelonesa. Sino también, especialmente, por haberse realizado de forma crepuscular en medio de un contexto realmente definitivo y terminal para Bultaco. En suma, más allá de su pura calidad técnica, la Streaker 74 se alza hoy en día como un verdadero símbolo para coleccionistas y seguidores de la marca. Posiblemente, la que mejor entendiera lo deportivo en España tanto si hablamos de Off-Road como de asfalto.
Así las cosas, lo mejor será ponernos en ambiente. De esta manera, lo primero a abordar es cómo el mercado estadounidense estaba fallando seriamente para Bultaco. Algo que, no en vano, era todo un problema pues éste representaba su principal y más sólido baluarte desde mediados de los años sesenta. Ahora, ¿por qué se estaba dando aquella situación? Bueno, en este caso la explicación nos viene desde Japón. Donde fabricantes como Honda o Yamaha preparaban las motocicletas camperas que, con su buen precio, excelente diseño y mejor rendimiento lograron copar las ventas en los concesionarios estadounidenses desde 1967 en adelante.
Así las cosas, Bultaco tenía que pensar más en el mercado local si quería perpetuarse en el negocio. Pero es que aquí tampoco el panorama dejaba de tener serios obstáculos. Es más, la progresiva liberación de los cupos de importación – según parecía lógica e inevitable la futura integración de España en la Comunidad Económica Europea – abría nuevos y desafiantes retos. Retos relacionados con el tener que vivir sin las sempiternas políticas proteccionistas. Aquellas que, durante décadas, habían asentado a los fabricantes locales dentro de España a golpe de ley. Además, la conflictividad laboral producida durante la Transición – con el sombrío contexto de la Crisis del Petróleo azuzando por detrás – añadió aún más quebraderos de cabeza. De hecho, en 1976 Bultaco experimentó su primera huelga, cerrando la cadena de producción durante 57 días al tiempo que Xavier Bultó sufría un infarto. En suma, que en ese ambiente naciera una máquina tan eficaz como la Bultaco Streaker 74 es, sin duda, algo digno de elogio.
Cuando esta motocicleta fue presentada en 1977 Bultaco estaba atravesando unos años muy duros, viendo en la vuelta al segmento de asfalto con baja cilindrada una posible salvación comercial
Bultaco Streaker 74, una hermana pequeña para disfrutar sobre el asfalto
En base a todo lo que acabamos de comentar, Bultaco decidió apostar de nuevo por las monturas ligeras de asfalto. Primero porque su gama Off-Road estaba cayendo en ventas frente a las opciones niponas. Pero también porque, con diseños como el de la Streaker, esperaba recuperar la delantera en asfalto tal y como en los años sesenta había logrado con la Tralla 101. Con todo ello, la fórmula estaba clara: crear una máquina ligera, sencilla pero muy, muy eficaz. Plenamente enfocada a transmitir sensaciones, fidelizar clientela y servir de iniciación para el mundo de las carreras.
Además, todo lo relativo a la Bultaco Streaker se planteó desde el primer momento con dos variantes de cilindradas bien distintas. Por un lado la Streaker 75 y, por otro, la Streaker 125. Ahora, ¿esto en base a qué? Bueno, pues ni más ni menos que a una cuestión legal que moldeaba la gama según estuviéramos hablando del mercado español o de exportación. De esta manera, mientras en el extranjero los conductores podían llevar generalmente modelos con 125 centímetros cúbicos, en España quienes estuvieran por debajo de los 18 años no podían acceder a las mismas.
Algo que parece baladí aunque, en verdad, para Bultaco el mercado más joven representaba un filón fundamental. Argumento más que sobrado para la aparición de la Streaker 74. Eso sí, más allá del motor – un monocilíndrico de dos tiempos con 8,8 CV a 8.300 revoluciones por minuto y 43 x 51,5 milímetros compartido con las Frontera – todo lo demás resultaba bastante similar entre la 74 y la 125. Especialmente en lo referido a su chasis. Sin duda el elemento más perfilado y llamativo de esta motocicleta gracias a su estructura de tubos con sección estrecha. Poco común en su época y, sobre la carretera, realmente sobresaliente en términos de ligereza y rigidez.
Más allá de su motor – compartido con otros modelos de la marca – lo más importante en la Streaker es su chasis. Caracterizado por una gran combinación de ligereza y rigidez
De hecho, consultado pruebas profesionales de la época se insiste bastante en la Bultaco Streaker 74 como una celebración del disfrute con poca potencia. Y es que, durante aquellos años el aficionado al motociclismo deportivo cada vez miraba más a las Yamaha si se hablaba de modelos extranjeros o a la Ducati-Mototrans Vento 350 si se ceñía a la producción española. Opciones sin duda interesantes pero, al tiempo, alejadas de aquellos años pioneros en los que el nervio deportivo más directo y espartano se vivía a través de monturas como la Derbi Gran Sport 74. Sin duda, una motocicleta de planteamiento muy semejante a la Streaker 74 a pesar de los 12 años distantes entre las mismas. Otro de los finos y seductores hilos establecidos en la historia de la deportividad entendida dentro de las cilindradas más escuetas, aquellas en las que se foguearon todos los que, al tiempo, llegaron a ser tanto grandes pilotos como aficionados. Y es que, no en vano, la principal virtud de la Bultaco Streaker es, precisamente, seguir encandilando a una buena legión de apasionados “ bultaquistas “ que ven en ella al último gran diseño de Xavier Bultó.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS