La Čezeta 501 fue una moto de culto a finales de los 50, cuando la antigua Checoslovaquia aún abrazaba el comunismo. Nació como un scooter para competir con su homóloga capitalista, la Vespa, y se hizo muy popular. Ahora vuelve a renacer de sus cenizas con un diseño muy similar a la original, pero con las entrañas electrificadas. Hablamos de la Čezeta 506.

La saga comenzaba en 1957, cuando Česká Zbrojovka Strakonice fabricaba la Čezeta 501. Una moto que nacía con ánimo de motorizar de manera económica a Checoslovaquia, demostrando al tiempo que el país podía fabricar una moto mejor que la mítica Vespa italiana. Su diseñador fue Jaroslav František Koch, un ingeniero y corredor de motos de la época.

Koch le imprimió un diseño muy característico a la Čezeta Type 501, que se alejaba de todo lo conocido hasta el momento. Su prominente morro y su forma de torpedo, le hizo ganarse el apelativo cariñoso de “cerdito”, en contraposición a la “avispa” -Vespa- italiana.

Se produjo con diferentes evoluciones hasta 1964, logrando vender unas 120.000 unidades en todo el bloque comunista, de Cuba a Vietnam

En 2013, casi 50 años después, Neil Eamonn Smith creaba Čezeta Motors s.r.o., con la idea de hacer resurgir este mítico modelo, pero actualizado a los tiempos que corren. Comenzó solicitando fondos europeos FEDER –CZ.01.1.02/0.0/0.0/17_109/0011087– para financiar parte de su hazaña, consiguiendo un total de 2.300.000 coronas checas, unos 89.000 euros al cambio. Así que Čezeta es un poco de todos los europeos.

Su desarrollo duró cuatro años, hasta que en 2018 se lanzó comercialmente. Se llamaba Čezeta 506, con un chasis completamente rediseñado y una planta motriz completamente eléctrica. La idea es producir de manera artesanal 50 unidades anuales en la República Checa, para abastecer a todos los nostálgicos del continente europeo.

Por fuera la Čezeta 506 mantiene la esencia de sus predecesoras, con ese aspecto de torpedo, haciendo un guiño a su apelativo cariñoso: su pinza de freno delantera tiene la forma de un cerdito

En su configurador, podemos combinar su motor menos potente de los dos que se ofrecen -5,7 kW o 7,7 CV con 85 km/h de máxima- con dos baterías de 4 kWh -70 a 100 km de autonomía- o 6 kWh -100 a 150 km de autonomía-. Si elegimos el motor más potente -9,2 kW o 12,5 CV con 120 km/h de máxima-, podremos elegir entre la batería de 6 kWh o la de 8,5 kWh -140 a 200 km de autonomía-. En cuanto a colores, disponemos de siete a elegir, más tres combinaciones bicolor.

¿Su precio? Nada barato. Parte de los 11.740 euros de su modelo más básico, envío aparte, hasta los 15.440 euros del motor más potente con la batería de mayor capacidad. Se fabrican bajo pedido, así que se pueden personalizar al máximo, accesorios incluidos.

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