Para finales de 1997 todas las marcas decidieron, tras la inminente desaparición de las motocicletas de 75 cc, crear ciclomotores a escala y semejanza de estas, pudiendo de este modo darle a los más jóvenes la posibilidad de aspirar a una deportiva de pura raza desde bien temprano, como es el caso de la Derbi GPR 50 de segunda generación.
El caso es que la marca española ya había experimentado un tiempo atrás, y de hecho fue la primera en seguir esta fórmula con una GPR de 49 cc derivada directamente del modelo Derbi GPR 75, aunque bien es cierto que tan solo estuvo en el mercado dos años y su éxito fue contenido.
Es en 1998 cuando Derbi decide, tras llegar a un acuerdo con Cagiva, el coger la base del modelo Prima 75 para crear su nueva GPR 50, modelo que después se transformaría en Cagiva Mito 50 e incluso Gilera adoptaría la misma nomenclatura para fabricar su 49 cc deportiva, todas ellas con la misma silueta y componentes.
La Derbi GPR 50 era uno de los máximos exponentes del segmento de los ciclomotores deportivos de principios de siglo, gracias a una posición de conducción con un gran espíritu RACER y elementos de primera calidad en su parte ciclo
Evidentemente, y gracias a los componentes que proporcionaba la parte ciclo de la Cagiva Prima de 75 cc, el éxito estaba asegurado, básicamente porque los propulsores que se les aplicaban a los modelos estaban muy por debajo de lo que chasis, frenos o suspensiones podían soportar, dada la procedencia de estos.
Desde un doble freno de disco con medidas de 260 mm delante y 220 mm en la parte trasera, pasando por una horquilla invertida Showa con barras de 35 mm o su chasis de doble viga que garantizaba la rigidez de este espectacular ciclomotor en cualquier situación.
Por otro lado, el modelo GPR disfrutaba de detalles como su completo cuadro de instrumentos donde su tacómetro presidia el centro de este y la línea roja se situaba en las 10.500 RPM. Junto a él su velocímetro estaba tarado hasta los 120 km/h y era una de las pocas diferencias con respecto a la Cagiva Prima de 75 cc, en el que su escala llegaba hasta los 140 km/h.
La Derbi GPR fue producida bajo las marcas de Derbi y Cagiva, que cambio tan solo la nomenclatura por la de Mito, además de una edición especial en la que Gilera también adoptó las siglas del famoso ciclomotor español
Como cosas curiosas destacaba su falso depósito, donde podíamos meter hasta un casco integral de a época si no era muy voluminoso. También su doble óptica delantera que quedaba embutida dentro del carenado frontal sin seguir la línea de este y que le proporcionaba un agresivo aspecto.
Respecto al propulsor de 49 cc de dos tiempos y refrigerado por agua, era de factura propia de la marca y declaraba una potencia máxima de 8 CV a 7.500 RPM, unido a un cambio de seis relaciones y con sistema de engrase separado. Todo ello unido a un liviano peso de apenas 98 kilogramos, que hacía de la Derbi GPR 50 una de las motos más rápidas del segmento de los ciclomotores.
Durante algunos años se estuvo fabricando esta pequeña réplica, hasta la llegada del nuevo modelo allá por el año 2003 en la que cambiaba totalmente la estética y algunos elementos. Gilera, por su parte, creó bajo las siglas GPR una edición especial conmemorando la victoria en el mundial de 2001 de Manuel Poggiali que también se comercializo en nuestro mercado y sirvió de puente hacia la nueva generación de Derbi GPR 50.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS