Uno de los principales atractivos del Campeonato del Mundo de Superbikes celebrado desde 1988 es poder ver sobre la pista modelos directamente relacionados con algunos de los ofertados en los concesionarios. En la misma forma y manera que ocurre en las carreras de automovilismo donde todo se haya jugado en base al concepto de GT. Así las cosas, repasando algunas de las motocicletas más icónicas en la historia del campeonato resulta imposible no pararse en la Ducati 916. Al menos si se está repasando la época de los noventa, ya que ésta ganó las temporadas de 1994, 1995, 1996 y 1998 tanto en pilotos como en constructores.
De esta manera, la Ducati 916 se alzó al estatus de leyenda entre los aficionados a las superbikes más recientes. Algo que fue complementado por ser una de las creaciones más espectaculares en toda la historia de la marca italiana, considerándose por multitud de aficionados “ una de las Ducati más bellas jamás construidas “. Y probable. Muy probable. Al fin y al cabo, el esmero puesto en ella por Massimo Tamburini – fundador de Bimota y recurrente colaborador de MV Agusta, Cagiva y la propia Ducati – y Sergio Robbiano destilaba estilo en detalles como sus escapes bajo el asiento o el basculante de un solo brazo situado en el lateral izquierdo.
Además, sus faros pequeños así como lo compacto y fluido de sus volúmenes hicieron de la ducati 916 toda una lección de estilo capaz de influir decisivamente en la industria motociclista de los noventa. Un aspecto que se relacionaba directamente con su manejo, pues a pesar de ser toda una superbike de altas prestaciones su peso quedaba con poco más de 155 kilos gracias a un liviano cuadro realizado en cromo-molibdeno.
Con un diseño de lo más afinado caracterizado entre otras cosas por el basculante único colocado en el lateral izquierdo, esta montura es una de las superbikes más icónicas de la historia
Ducati 916, una de las mejores superbikes de la historia
Más potente pero también más ligera que su antecesora la 888, la Ducati 916 era capaz de entregar 144 CV a 12.000 revoluciones por minuto gracias a su motor bicilíndrico a 90º con 916 centímetros cúbicos de cilindrada. Todo ello con ocho válvulas que, evidentemente al tratarse de una Ducati así, estaban ideadas en base al sistema desmodrómico definido por Fabio Taglioni en 1956.
No obstante, en términos de potencia absoluta la Ducati 916 estaba por debajo de lo ofrecido por sus competidoras japonesas. Sin embargo, en el mundo de las carreras los caballos no son todo. Para nada. También hay que contar la forma en la que estos se entregan mediante la curva de par, la cual aquí era más progresiva y por tanto más eficiente.
Gracias a ello, sumó cualidades no sólo para ser toda una leyenda entre las motos de calle, sino también los circuitos. Lugar donde sería pilotada por Carl Fogarty – retirado en el año 2000 habiendo dejado tras de sí 59 victorias y cuatro títulos de piloto en el Campeonato del Mundo de Superbikes – o el australiano Toy Corser, quien ganó un campeonato a lomos de la Ducati 916 y otro en el 2005 llevando una Suzuki.
Aunque no era tan potente como sus competidoras japonesas su curva de potencia era más progresiva que la de aquellas, siendo muy efectiva al sumar esto a su ligereza
Además, en diversos años se fabricaron ediciones especiales en homenaje a Ayrton Senna, tristemente fallecido en 1994 siendo un conocido y reconocido entusiasta de Ducati. Y es que cualquier aficionado con sensibilidad hacia las motocicletas de carreras pudo darse cuenta desde el primer momento de cómo la Ducati 916 iba a representar todo un hito en la historia de la marca italiana. Tanto así que, de hecho, la producción de la primera serie destinada a los Estados Unidos se vendió antes de llegase a los puntos de venta. Una de entre las muchas anécdotas capaces de reflejar la fascinación creada por este modelo.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS