En la historia de Mototrans hay un debate sobre las Off-Road y la Ducati-Mototrans Senda 75 TT lo ejemplifica a la perfección. Pero vayamos por partes. Así las cosas, es posible que no pocas personas al otro lado de la pantalla estén torciendo levemente el gesto. ¿Mototrans? ¿Mototrans y una gama campera? Y sí es cierto, lejos de sumarse a aquella estela tan rentable – Montesa, OSSA y Bultaco sí lo supieron ver venir – la que oficiosamente ejercía como la Ducati española nuca se implicó demasiado en este fenómeno. Algo que, no en vano, pagó bastante caro.
No obstante, lo mejor será retroceder hasta los años sesenta porque hay cuestiones interesantes que mencionar. Para empezar, con el auge del automovilismo las turismo estaban quedando francamente arrinconadas. De esta manera, si se quería perseverar con una gama de asfalto había que darle a ésta una clara deportividad. Y bueno, en ese sentido no hubo problema para Mototrans. Ahí está la 24 Horas de 1966 para demostrarlo. Pero es que, si se querían cuadrar las cuentas, había que vender una gran cantidad de unidades que costasen poco en su fase desarrollo. Justo lo que venían a interpretar los ciclomotores.
Debido a esto, Mototrans empezó a ofrecer este tipo de modelos con los Piuma y Rolly a la cabeza. Además, y esto es lo importante, en 1969 fue realmente pionera al presentar su 50 TT. El primer ciclomotor campero en España, abriendo la veda para el posterior triunfo masivo del Puch Minicross o el Derbi Cross. Sin duda, un verdadero acierto que, curiosamente, no tuvo la continuidad esperada. Y es que, a pesar de la aparición de modelos como el Senda 75 TT, lo cierto es que Mototrans siguió aferrada al asfalto en vez de apostar más por el Off-Road. Una pena porque, como veremos, en verdad sabía hacer modelos de este tipo mejor de lo que se pudiera pensar.
Aunque no era una motocicleta campera con motor ” gordo “, esta Ducati aseguraba un buen inicio en el Off-Road a los aficionados más jóvenes
Ducati-Mototrans Senda 75 TT, lo que pudo haber sido
Ya desde mediados de los años sesenta, Mototrans tenía una fama reconocida respecto a la calidad de sus mecánicas con 50 centímetros cúbicos. De hecho, y siguiendo en el ámbito de las Off-Road, el motor montado por las Bultaco Chispa era de Mototrans. Eso sí, convenientemente acabado con las culatas y tapas de motor de la casa de Xavier Bultó. Y vaya, era un buen motor. Tenía cualidades obvias para equipar a una gama creciente de camperas.
Sin embargo, tras el aldabonazo inicial de la 50 TT la casa barcelonesa no insistió demasiado en seguir por ahí. Lejos de ello, recicló diseños Scrambler como la 250 Road. La cual había triunfado durante años y años en el mercado estadounidense aunque, ya a comienzos de los setenta, se encontraba desactualizada al ser una monocilíndrica. Además, hizo alardes de autonomía frente a la central italiana con modelos como la Vento 350. Una creación propia que buscaba revalidar el encanto que produjera en los sesenta la icónica 24 Horas.
Y eso por no hablar de los ciclomotores urbanos. Categoría ésta en la que siguió insistiendo. En fin, de todo menos poner más energía en el Off-Road. Y, repetimos, no se le daba mal. Como primer ejemplo está lo que hemos comentado del motor de la Chispa. Pero es que, como segundo, está la propia existencia de la Ducati-Mototrans Senda 75 TT. Presentada en 1974 junto a su versión ciclomotor de 50 centímetros cúbicos y una especie de homologable en carretera como fue la Pronto 75.
En la larga trayectoria industrial de Ducati – la cual comenzó antes de la Segunda Guerra Mundial haciendo radios – la asociación con la barcelonesa Mototrans fue uno de sus mayores hitos en la expansión de sus ventas en el continente europeo
Respecto a las cualidades de nuestra protagonista, lo más destacable es el peso. Poco más de 60 kilos gracias al bien estudiado chasis así como a lo pequeño del motor. Todo ello para hacer la de la Senda 75 TT una montura ágil, manejable y muy apta para iniciarse en el motociclismo de campo. Además, su motor monocilíndrico con dos tiempos entregaba 6,4 CV a 7.150 revoluciones por minuto. En suma, todo esto hace pensar en que, de haber tenido más énfasis, tiempo y presupuesto – algo en lo que Mototrans iba bastante justa, con deudas constantes a proveedores – esta marca podría haber diseñado una muy buena y amplia gama Off-Road. Sea como fuese, nos queda este modelo. Una pieza muy interesante para cualquier colección enfocada en creaciones ibéricas.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Aquí ando yo dando vueltas a la TT del 69….