Hubo un tiempo en el que las calles estaban llenas de ciclomotores, motillos con motores de 50 centímetros cúbicos que cuando caían en manos de los chavales, sufrían toda clase de perrerías. Muchos motores, y muchos mecánicos, salieron de aquellas aventuras, y muchas moto míticas también.
Uno de los modelos más populares fue, sin duda, el Gilera Runner, un scooter que se ganó fama de deportivo y que contó con bastante éxito entre la chavalería, y los que no lo eran tanto. El Runner, en su momento, presumía de ser un modelo a medio camino entre una moto y un scooter, gracias, entre otras cosas, a un chasis de mixto, formado por elementos de tubo de acero, chapa y una viga central que reforzaba toda la estructura. Viga central, como cabría esperar, culpable de que no contaba con plataforma plana y sí con un voluminoso túnel central.
Primero llegaron al mercado las versiones de 50, pero luego, lo hicieron los 125 y 180, las versiones más deseadas y, claro está, más rápidas de la gama. Todos ellos con motores de dos tiempos, hasta que en 2001, Piaggio decidió que era el momento de montarles los motores Leader de cuatro tiempos dando lugar a los Gilera Runner VX 125 y Runner VXR 180.
La familia de motores Leader se posicionó como lo mejor de lo mejor en el segmento de los scooter. En este caso, tanto para el 125 como para el 180, contaba con árbol de levas en cabeza, refrigeración líquida. El Gilera Runner VXR 180 era, obviamente, el más potente, casi tanto como un 250, lo que convirtió rápidamente a este modelo en todo un mítico scooter deportivo.
Concretamente, aquel VXR 180 montaba el propulsor de un solo cilindro con 182 centímetros cúbicos –69 milímeros de diámetro por 48,6 milímetros de carrera de pistón–, culata de cuatro válvulas y encendido electrónico, capaz de rendir 20 CV a 8.500 revoluciones. Anunciaba que cumplía con la Euro 1 y que además, podía lanzar al Runner hasta los 120 km/h.
La llegada de este motor –y el de 125 centímetros cúbicos, que por cierto, rendía 15 CV a 9.700 revoluciones, capaz de ponerse a 108 km/h–, también se acompañó por cambios en el conjunto del bastidor. Las horquilla delantera era nueva, con barras de 35 milímetros, al igual que los amortiguadores traseros, que contaban con ajuste en precarga. Suspensiones que también se montaron en los Runner FX 125 y Runner FXR 180, que se diferenciaban de los VX y VXR por contar con motores “dos tiempos”.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS