A mediados de los 80 era un momento clave para todas las marcas que quisieran posicionarse en el competido segmento del octavo de litro, ya fuera con modelos enfocados a la carretera, o como es el caso de nuestra protagonista de hoy, la Gilera RX 125 Arizona, destinadas a una utilización más silvestre, donde caminos y pistas de tierra eran el lugar ideal para poder disfrutar de sus cualidades.
La marca italiana, que para aquel 1986 estrenaba esta trail en nuestro país, disponía además de un modelo deportivo denominado RV 125, con el que la Arizona compartia el bloque monocilíndrico de dos tiempos y 124 cc. También su sistema de refrigeración, en este caso por líquido, y aspectos como el engrase separado que se realizaba mediante una bomba Mikuni, o la alimentación, donde un carburador Dell’Orto de 26 mm era el elegido para tal función.
Además, este propulsor contaba con algunas novedades que le hacían posicionarse como uno de los mejores prestacionalmente hablando, pero también agradable en su utilización, entre otras cosas porque en él se incorporaba un eje de balance ubicado en su cigüeñal y accionado mediante engranajes, o una caja de láminas en la admisión compuesta por seis pétalos.
La Gilera RX 125 Arizona venía para completar la gama del octavo de litro de la marca italiana, en esta ocasión con forma de trail, además de disponer de unas buenas cualidades en carretera
Por otra parte, Gilera se había esmerado en la creación de aquel propulsor pensando en hacerlo competitivo, pero también en que fuera duradero. Prueba de ello era su cilindro, el cual se había sometido a un tratamiento de nicasilado, o el pistón elegido, que vendría dotado con doble segmento.
Así que disponíamos de un propulsor muy capaz en todos los aspectos, rindiendo una potencia final de 19 CV a 7.750 RPM y con un tacto realmente gustoso en su conducción, que quedaba asociado a un cambio de seis relaciones. A ello se le unían unas prestaciones de buen nivel, donde esta RX 125 lograba alcanzar una velocidad máxima de 116 km/h, empleando poco más de 16 segundos en alcanzar los 400 metros desde salida en parado.
Si a estos datos le sumamos un consumo muy ajustado, de apenas 5 litros a los 100 kilómetros en conducción mixta, el resultado eran horas y horas de disfrute por nuestras rincones preferidos sin miedo a que nos faltara máquina para poder atravesarlos.
En otro orden de cosas, encontrábamos una parte ciclo que no hacía sino ensalzar las buenas cualidades de esta trail. Contaba con un chasis tubular de doble cuna reforzado con chapa estampada en zonas de más torsión. En el campo de las suspensiones se decidía emplear una horquilla hidráulica con barras de 35 mm de diámetro y 240 mm de recorrido en el tren delantero, siendo un monoamortiguador central con sistema Monodrive y 190 mm de extensión máxima el encargado de hacer lo propio en la zaga.
La frenada era otro de los aspectos que tenían una misión importante en el comportamiento de la moto, y por ello Gilera equipaba a su RX 125 Arizona con un disco delantero con un diámetro de 230 mm, mordido por una pinza monopiston Brembo y accionado por una bomba Grimeca. En el eje posterior se recurría al buen hacer de un tambor de 140 mm, suficiente para poder detener con seguridad los 118 kilogramos declarados en seco por la firma transalpina.
La parte ciclo estaba bien resuelta gracias a buenos componentes procedentes de marcas punteras del sector, como Brembo o Grimeca, además de contar con un peso contenido, ideal para su manejo fuera de la calzada
En cuanto a las cotas de la RX 125, esta se posicionaba dentro de la media del mercado, disponiendo de una longitud máxima de 2.090 mm, con una distancia entre ejes de 1.375 mm y una altura total de 1.230 mm. La anchura máxima quedaba cifrada en 870 mm y esta trail ligera contaba con un tanque de combustible de 16 litros de capacidad máxima.
Los acabados y el equipamiento eran otro de los fuertes de la moto italiana. En ella venían de serie elementos como protectores de maneta y botellas de horquilla, doble espejo retrovisor, rejilla protectora del faro delantero o una parrilla portabultos trasera que a su vez servía de asidero para el acompañante.
No solo eso, Gilera equipaba a su pequeña trail con otros gadgets como un avisador acústico para advertirnos de que la pata lateral estaba aún puesta una vez en marcha, o un completo cuadro de instrumentos enmarcado en un marco de gomaespuma para evitar vibraciones, en el que podíamos encontrar velocímetro, cuentavueltas, indicador de neutra, aceite, intermitentes y luces, además de indicadores de temperatura y combustible de tipo ruleta.
De manera opcional, y por un precio de 15.000 de las antiguas pesetas, podíamos disponer además de arranque eléctrico, que deberíamos sumar al montante total de la compra de la RX 125 Arizona que se situaba en 380.000 pesetas de mediados de 1986, unos 6.288 euros a día de hoy, situándose en el precio medio de las trail de 125 del momento. En su segmento, una Cagiva Elefant 125 costaba 438.000 pesetas, o si deseábamos hacernos con una Honda XL 125 Paris-Dakar, deberíamos abonar unas 350.000 pesetas.
En la actualidad no es sencillo encontrar unidades de esta motocicleta en nuestro país, a pesar que en su momento eran de las preferidas por la clientela que buscaba una trail ligera. Pero es cierto también que hace ya 35 años de su nacimiento, y posiblemente los ejemplares que hayan sobrevivido a lo largo de este tiempo no sean muchos, por lo que hacerse con una de esta RX 125 Arizona posiblemente no sea tarea fácil en la actualidad.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Hola a todos acabo de adquirir una gilera arizona 125, voy ha hacer una scrambler, corrí la copa hilera con una crono y sé que ésta moto tiene una mecánica fiable, ya iré contando