La Harley-Davison XR1200X fue una moto incomprendida, a medio camino entre dos mundos que, al parecer, no querían ni mirarse a la cara. Los clásicos usuarios de Harley eran muy diferentes a los clásicos usuarios de naked con talante deportivo, y los usuarios de naked con talante deportivo, eran muy diferentes a los usuarios clásicos de Harley. ¿Resultado? Apenas se vendieron entre 10.000 y 12.000 unidades de la XR1200 en todo el mundo entre 2008 y 2013.

Harley-Davidson, dada su idiosincrasia, acaparó un tipo de cliente muy específico, y además, uno muy radical, que no aceptaba cambio alguno en sus modelos y que podría ser una fuente inagotable de críticas cuando las cosas se ponían muy diferentes a lo que, desde sus ojos, eran lo correcto. Así ha ocurrido, Harley se vio con unas ventas estancadas y la necesidad de abrirse a otros mercados, de ahí que, por ejemplo, apareciera la Harley-Davidson Panamerica.

Pero eso es posterior a la XR1200X, una moto que buscaba combinar la esencia Harley con las cualidades de una naked de “motor gordo” a la europea, es decir, con un talante más deportivo que cualquier otra Harley. Primero llegó la Harley XR1200 “a secas” y luego, la Harley-Davidson XR1200X, que contaba con más equipamiento y ciertos detalles específicos.

Muchas revistas aplaudieron la puesta es escena de la Harley XR1200X, sobre todo la tildaron de “más europea” y como una “moto de verdad”, adjetivos que muchos darían por acertados, pero que, sobre todo el último, estaba un poco fuera de lugar. Pero no entremos en guerras sin sentido, porque la XR1200X era un modelo con una personalidad tremendamente marcada, que resultó muy incomprendido.

Sobre un tradicional chasis Harley, un doble cuna en tubo de acero, el motor, igualmente tradicional en Harley, con sus dos cilindros en un ángulo de 45 grados, anunciaba 91 CV a 7.000 revoluciones y 100 Nm de par a 3.700 revoluciones. Regímenes especialmente elevados para tratarse de un motor salido de los talleres de Milwaukee. Además, sus vibraciones eran menores que las presentes en cualquier otro modelo yankee con el mismo propulsor –en otra variante, obviamente– y era más suave y agradable de usar.

No obstante, eso también estaba presente en el XR1200, la versión X sumaba otros elementos. Para empezar, solo estaba disponible en color negro, montaba suspensiones mucho más elaboradas, como una horquilla Showa BPF y amortiguadores piggyback para la rueda trasera –amortiguadores con depósito separado–. Los escapes también estaban pintados en color negro, aunque no añadían rendimiento mejorado alguno.

Al año siguiente de su puesta en escena, en 2011, aparecieron otras opciones de color, como una carrocería en blanco. Todo lo demás se mantenía intacto.