La Hyosung Comet GT650i era una alternativa muy económica, una de las motos más baratas en el segmento de las naked de media cilindrada, pero eso no impedía que fuera una buena opción para quien buscaba una motocicleta sencilla, fácil de conducir y con una imagen resultona, pues hay que reconocer que la Comet “seis y medio” tenía una buena planta.
Hyosung es un fabricante de motos surcoreano que, como muchos compatriotas asiáticos, fabricaba modelos de otra marca en sus comienzos, concretamente de Suzuki. Las vendía en su mercado local bajo licencia hasta 1986, cuando establecieron su propio centro de investigación y desarrollo para crear sus propios productos.
Esa relación con Suzuki es el motivo por el cual, la Comet GT650 se parece tanto a la Suzuki SV 650. Aunque ambas motos aparecieron tiempo después de que ambas compañías dejaran de trabajar juntas, la Comet 650 estaba muy relacionada con la SV y eso le daba cierta credibilidad.
Sin embargo, la Comet 650 apostaba claramente por la contención de costes y por la economía, tanto de adquisición como de uso. Es una situación como la que se podía encontrar en el sector de las cuatro ruedas con marcas como Hyundai, compatriota de Hyosung, que llegó a Europa con el mismo planteamiento, aunque actualmente aquella imagen “low cost” sea cosa del pasado.
Por poco más de 4.000 euros, se tenía acceso a una “moto grande”, con un diseño muy pintón y unas prestaciones decentes aunque, eso sí, sin aspiraciones
Lo más curioso es que la Hyosung Comet GT650i no ocultaba su condición de moto económica. Se podía apreciar en la calidad de los plásticos, en la sencillez de las suspensiones o en detalles como la instrumentación, la cual tenía un diseño muy aparente pero no era ni práctica ni muy funcional.
El motor de dos cilindros de 647 centímeros cúbicos montaba, en su primera aparición, alimentación por carburadores, pero en 2009, tras una ligera renovación, pasó a usar un sistema de inyección que, según las pruebas que se publicaron en aquel momento, mejoraba el tacto, la entrega de potencia y suavizaba un poco la tosquedad que presentaba el motor de carburadores. Pero solo un poco, pues la reducción costes también se dejaba notar en un motor con menor finura que sus principales rivales.
Ese bicilíndrico era el mismo motor que se usaba en la Hyosung Aquila, una custom igualmente aparente en cuanto a diseño, que tuvo cierto éxito entre los usuarios que, según se cuentan en las mencionadas pruebas, ofrecía una estirada final con cierta garra y buen empuje. No obstante, con 77 CV no se podía esperar grandes velocidades. De todas formas, ni el chasis ni las suspensiones permitían muchas pretensiones en el apartado de las prestaciones.
La Hyosung Comet GT650i era una moto ideal, o eso se decía, para comenzar a montar en “moto grande”. Era muy barata –apenas superaba los 4.000 euros–, tenía una planta muy aparente tanto por tamaño como por diseño y era fácil de conducir. La cuestión de la fiabilidad cambia bastante según la fuente consultada, pues hay usuarios que han acabado por odiar la moto, mientras que otros se posicionaron en la posición contraria.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS