Moto del día: Indian Powerplus Board Track Racer

Moto del día: Indian Powerplus Board Track Racer

Podía alcanzar los 160 km/h, pero no tenía frenos


Tiempo de lectura: 3 min.

La Indian Powerplus Board representa la esencia de las carreras norteamericanas en la década de los 10. Y, obviamente, es totalmente diferente a cualquier motocicleta de competición con la que podamos comparar. De entrada, la Indian Powerplus no tiene suspensión, y a simple vista, tampoco tiene frenos.

El ser cada vez más rápido, sin importar que herramientas se usen para ello, ha sido una constante en la historia del ser humano. Desde los caballos, el ser humano siempre ha buscado ser más rápido, más veloz y los vehículos a motor solo potenciaron esa obsesión, que se venía fraguando con las carreras de bicicletas en Europa, por ejemplo.

De hecho, las carreras de bicicletas europeas, por lo general en pistas circulares peraltadas, se trasladaron a Estados Unidos donde se empezaron a realizar con vehículos a motor, concretamente, con las “nuevas” bicicletas motorizadas. Bicicletas motorizadas como la Indian Powerplus presentada en 1916.

La Indian Powerplus era una máquina de competición, que se usaba para carreras en pistas de madera circulares y ovales, con un peralte, en ocasiones, de más de 45 grados. Unas pistas que, como se ha comentado antes, eran una evolución de aquellas que se usaban para las pruebas con bicicletas, pero en este caso, con vehículos que podían superar los 160 km/h, una velocidad más que respetable allá por la década de los 10.

Indian Powerplus Board Track Racer vista de lateral

Harley-Davidson había desarrollado algunas de las motos más veloces de su tiempo y su máximo rival, Indian, no se pudo quedar de brazos cruzados. Así, pues, puso en liza la Powerplus Board, que representó un enorme paso adelante para la marca, al contar con un nuevo motor de válvulas laterales planas, en lugar de los motores con admisión sobre el escape y válvulas en forma de F.

Las válvulas laterales eran más fiables, requerían menos mantenimiento y permitían obtener más potencia. De hecho, en la marca estaban tan convencidos de la potencia de su motor, que para dar a conocer su avance al público, contrató a Erwin “Cannonball” Baker en 1915, y le puso la misión de batir el récord de las “tres banderas”, una carrera desde Canadá hasta Tijuana –México–, a través de Estados Unidos. Necesitó tres días, nueve horas y 15 minutos, lo que supuso un nuevo récord y, por supuesto, mejoró las ventas de la Indian Powerplus en todo el país.

Fue una motocicleta muy longeva, pues se fabricó desde 1916 hasta 1924 y por supuesto, contó con su versión de competición, la Indian Powerplus Board, diseñada para las pruebas en pistas de madera, una de las carreras más populares de Estados Unidos en aquellos años –podían superar los 100.000 asistentes y la repercusión mediática era brutal–. En aquellos momentos, el ganar el domingo significaba, más que nunca, vender el lunes.

La Indian Powerplus Board montaba el mismo propulsor de 61 pulgadas cúbicas –1.000 centímetros cúbicos– que el modelo de producción, incluyendo poco a poco las mismas evoluciones que se vieron en la moto que todo el mundo podía comprar en las tiendas. Curiosamente, no tenía suspensión y la poca gestión de los baches se conbiaba a la flexión de los flancos de los neumáticos y a los muelles en el asiento. También se quitaron los frenos, los guardabarros y toda una serie de piezas adicionales para ahorrar peso.

Podía superar las 100 millas/hora en los óvalos peraltados de aquellos años, más de 160 km/h en una moto que estaba más cerca de ser una bicicleta, y sin frenos, que cualquier otra cosa.

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Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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