Hasta cinco años de investigación y desarrollo necesitaría la marca austriaca para dar vida a esta KTM GS 600 LC4 Enduro, periodo que transcurre desde 1982 hasta que finalmente en 1987 logran su objetivo: Una enduro de cuatro tiempos y refrigeración por agua, de ahí las siglas LC4 (Liquid Cooled 4). Entre medias de aquel lustro la marca presentaría la 600 MX y la variante GS pero con refrigeración por aire, y lograrían dos títulos mundiales de motocross en la categoría de 250 cc con Heinz Kinigadner a los mandos.
Pero KTM era consciente de la necesidad de evolucionar. Los motores 2T estaban tocando techo, en cuanto a potencia y fiabilidad, por lo que había que buscar la manera de seguir avanzando, pero sin excederse ni en peso ni en tamaño. Es por eso que para 1982, y en los inicios de aquel ambicioso proyecto, deciden emplear como base para el desarrollo del nuevo bloque de cuatro tiempos el propulsor de 500 cc y 2 tiempos que, por aquel entonces, se empleaba en sus motocicletas de MX.
La idea estaba clara, pero había que buscar las soluciones técnicas apropiadas para que esta llegara a buen puerto. Con el ingeniero Sepp Hattinger a cargo del proyecto, lo primero que se decidió fue incrementar la cilindrada hasta los 553 cc, contando el propulsor para aquel entonces con unas cotas internas de 95 x 78 mm, y montado una nueva culata de cuatro válvulas. El resultado era un propulsor que terminaba pesando 33 kilogramos una vez ensamblado, logrando quedarse únicamente 15 kilogramos por encima, en cuanto al peso total de la moto, respecto a la variante de 250 cc que se comercializaba aquel mismo 1987.
La KTM GS 600 LC4 Enduro representaba el inicio de una nueva era dentro de la marca, además de revolucionar el segmento del enduro en el último tramo de la década de los 80
Otros datos técnicos, respecto a esa primera variante del LC4, era por ejemplo su sistema de alimentación encomendado a una pareja de carburadores Bing, que en los inicios del modelo no funcionaría todo lo bien que se esperaba, sobre todo en lo que respecta al arranque en caliente. Esto unido a la enorme compresión que producía el monocilíndrico y el tipo de arranque que en este caso era a pata, daría como resultado una gran dificultad para poner en marcha al bloque austriaco. Más tarde llegaría una pareja de carburadores Dell orto y por último se emplearían un par de Keihin, siendo en esta última etapa, y junto al arranque eléctrico, la mejor del modelo en este apartado.
El resultado final, en cuanto a prestaciones se refiere, en aquella primera evolución del archiconocido motor de KTM, sería realmente bueno. Logrando producir una potencia final de 48 CV a 7.000 RPM, según declaraba la marca aquel mismo año 1987, esta KTM GS 600 LC4 Enduro, conseguiría alcanzar una velocidad máxima de 162 km/h, aunque este dato era más bien anecdótico, ya que tanto por el tipo de neumático, como por la nula protección aerodinámica, no veríamos esa cifra en el velocímetro muchas veces a lo largo del tiempo que disfrutáramos de una de estas.
En cuanto a la parte ciclo se optó por un chasis tubular doble cuna fabricado en acero. Las suspensiones por otro lado contarían con una horquilla frontal de tipo telescópico, siendo en la parte trasera un monoamortiguador anclado al basculante de aluminio el que se encargara de la amortiguación. Un doble disco, uno por eje, harían lo propio en la frenada, mejorando de manera exponencial a versiones del pasado equipadas con tambor. Los neumáticos por su parte estarían montados en llantas radiales, en medidas 90/90/21 delante y 130/80/18 detrás.
Con una potencia cercana a sus homónimas 2T y un peso realmente contenido esta KTM GS 600 LC4 Enduro lograba posicionarse muy cerca en cuanto a prestaciones de sus rivales, con la facilidad de manejo que el propulso de cuatro tiempos otorgaba
Por último, y haciendo referencias a algunas de sus cotas o capacidades, esta LC4 de primera generación se conformaría con un peso máximo final de 134 kilogramos haciéndola, además de fiable y aprovechable en todo el rango de RPM, una moto bastante ligera en marcha. Por otro lado dispondría de un depósito de apenas 9 litros de capacidad, algo que en la versión presentada en 1989, denominada Inca, se solventaría con un tanque nuevo de 16 litros de combustible. También dispondría de un faro frontal de mayor tamaño, así como de una parrilla portabultos trasera y una careta frontal con la que proteger un poco más a quien se colocara a los mandos.
Hoy, casi 35 años después, el propulsor austriaco sigue de plena vigencia y evolucionando año tras año. Por su parte aquellas primeras 600 LC4 son ya para muchos una clásica dentro del segmento off-road, donde en el mercado de ocasión podemos encontrar algunas unidades con precios que parten desde los 2.500 euros, pudiendo alcanzar cifras en torno a los 6.000 euros en unidades que han sido restauradas o se encuentran en perfecto estado.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Muchas gracias por el reportaje