La Linto 500 GP es una motocicleta completamente artesanal, una de esas máquinas de carreras que ya no existen, nacidas de la pasión de alguien y que, además, resultan ser muy rápidas. La Linto 500 GP fue la obra del ingeniero Lino Tonti, quien gracias a la financiación de su amigo. Umberto Premoli – distribuidor de Citroën en la zona de Romañan, Italia– pudo ponerse manos a la obra con este proyecto.
No podemos negar que Italia es la cuna del diseño en el mundo del motor, no importa si hablamos de motocicletas o automóviles, Italia siempre destacará por diseño. Pero también destacan por la pasión que le imprimen a sus máquinas, es algo visceral y casi palpable, que no siempre es buen aliño para sus creaciones, que de tan pasionales, pueden ser un quebradero de cabeza.
Lino Tonti es uno de esos tipos italianos que no llevaba sangre en las venas, llevaba pasión por la ingeniería. Se graduó como ingenierio aeronáutico en 1937 y pronto empezó a trabajar en Benelli, donde fue uno de los responsables de la creación de la Benelli 250/4 sobrealimentada. También diseñó diferentes motos y algunos scooter después de la guerra, pero acabó por fichar por Aermacchi, que estaban con la puesta en marcha de su negocio de motocicletas.
En 1956 pasó a formar parte de las filas de FB Mondial y en 1957, cuando FB Mondial dejó las carreras, se marchó con su amigo y socio Joseph Pattoni y formaron un equipo de carreras bajo el nombre de Paton. Mientras tanto, diseño para una filiar de Bianchi llamada White y también para Gilera. Luego se convirtió en director técnico de Moto Guzzi en 1967 y dirigió, entre otras cosas, el proyecto de la Moto Guzzi V7 Sport.

Fue entonces, mientras estaban en Moto Guzzi, cuando vio una oportunidad de participar, como equipo privado, en la clase GP 500. Por entonces contaba con la colaboración de Alcide Biotti y junto a él, creó un propulsor con dos motores Aermacchi de 250 centímetros cúbicos. De estos motores se aprovechó los pistones y las bielas, los cilindros y las culatas, pero se diseñó un cárter específico y una bancada creada ex profeso.
Tonti había diseñado para varias motos de competición, como la Bianchi 500, así que sabía que estaba haciendo. Obtuvo un motor de 496.7 centímetros cúbicos con cotas 72 por 61 milímetros, capaz de rendir 65 CV a 10.000 revoluciones. El cambio era de seis relaciones y el embrague era de tipo en seco.
El chasis era un entramado de tubos con el motor suspendido, inspirado en otro que diseñó para Benelli, con suspensiones suministradas por Ceriani y frenos Fontana con cuatro zapatas –eran de tambor en las dos ruedas–.
Según el circuito en el que corría la Linto 500 GP, podía llegar a ponerse a 260 km/h y solo las MV Agusta de cuatro cilindros lograban escaparse. Las Norton y las Matchales no tenía oportunidad de plantar cara a la moto de Tonti. Sirva de ejemplo que en su debut, Alberto Pagani acabó segundo detrás de Agostini, en el GP de Alemania del Este. Luego terminó cuarto en Monza, Italia y al final de la temporada su puesto en la general era el quinto, empatado en puntos con Fitton, que corría con una Norton.

Así, nombres como John Dodds, Jack Findlat, Keith Turner o Steve Ellis, junto a Alberto Pagani, se subieron a una Linto 500 GP. Cuando se retiraron Agostini y MV Agusta, Alberto Pagani se hizo con la victoria en Imola en 1969 y Gyula Marzovszky fue quien terminó por delante de todos –menos de Agostini– al final de la temporada.
Todo se acabó cuando la financiación empezó a fallar. Tonti ficho por Moto Guzzi y la falta de inversión y desarrollo provocó que empezaran a aparecer averías por culpa de fuertes vibraciones en el cigüeñal.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS