El Malaguti Madison 3 125 lo tenía todo para triunfar, pero no logró ganarse el favor del público. Pero no se ganó el favor del público español, en su país natal, el Madison 3 125 era una de las referencias del segmento y con razón, aunque, curiosamente, las ventas fueron mucho menores que en el caso de rivales como el Piaggio X8. Con la prensa de la época como punto de pivote, el Malaguti Madison 3 125 debería haber sido uno de los scooter a imitar en España, así como uno de los más populares, pero nunca llegó a recalar a pesar de sus muchas bondades.
Malaguti no es una firma desconocida. Tiene su sede en Italia y ha contado con algunos modelos muy interesantes. Hoy, basa su catálogo en las cilindradas “de acceso”, como ha hecho siempre, pero también en las eléctricas, lo que significa adentrarse en una nueva era y en un segmento de mercado que, por el momento, no tiene una aceptación especialmente elevada. Y se podía decir que cuando lanzaron el Madison 3 allá por la primera década de los 2000, se encontraban en una situación similar –aunque entonces tenían modelos con motores algo más grandes–.
La revista Motociclismo, siempre con una actividad casi febril, publicó tras tenerlo como uno de los contendientes en el Master Scooter –un megatest que generaba muchísimo interés–, que el Madison 3 125 se trataba de un scooter rápido, eficaz, cómodo y muy bien equipado. También dijo que debería haber triunfado en España, tanto por prestaciones como por precio, pero se quedó relegado a un segundo plano, puede que incluso a un tercero.

Y no es que faltaran argumentos para ser un éxito. De primeras, el diseño teína personalidad y lucía cierta agresividad deportiva, algo que podría haberle granjeado el interés de una parte de los usuarios. Era un scooter relativamente grande, con una enorme pantalla frontal que ofrecía mucha protección, así como un buen puesto de conducción. Quedaba de los últimos en cuanto a capacidad de carga, con un hueco bajo el asiento algo pequeño, pero por lo demás, era de los mejores.
De hecho, el motor era de origen Piaggio, concretamente el Leader de 125 centímetros cúbicos que daba vida, por ejemplo, a los Gilera Nexus 125 y Vespa GTS 125. Cumplía la Euro 3, llegaba a la potencia máxima permitida para la categoría y según la fuente que se consulte, podía rodar a unos 110 kilómetros/hora reales, o a casi 125 kilómetros/hora –esta última cifra, más difícil de creer–.
Tenía algunas pegas típicas de los scooter GT, como un peso elevado, un asiento a una distancia del suelo igualmente elevada –casi 800 milímetros– y giraba poco. Sin embargo, era de esos scooter 125 que podía permitirse el lujo de salir a carretera y no ser una chicane móvil.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS