Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) Fritz Fend, un joven alemán que llevaba varios años en la industria de la automoción, dio el pistoletazo de salida al que hoy es nuestro protagonista, el Messerschmitt KR. Un vehículo a medio camino entre un micro coche y un scooter carrozado. De hecho, las siglas que le dieron nombre KR eran la abreviación de Kabinenroller, que si lo traducimos a nuestro idioma significa, “scooter con cabina” o “coche burbuja”.
Es en 1953 cuando Fend, después de haber construido durante algunos años bajo la marca Fend Flitzer algunos modelos de motocicleta e incluso vehículos adaptados para minusválidos, precisamente víctimas de la fatídica contienda, decide montar junto a Willy Messerschmitt, otro alemán dedicado hasta el momento al diseño de aviones, la marca que lleva el nombre de nuestro protagonista y a la vez homónima del apellido de Willy.
De este modo, y tras fraguarse la sociedad, aparece en escena la primera de las versiones del KR, más concretamente el modelo Messerschmitt KR 175 de 175 cc
Con las ideas muy claras respecto al tipo de vehículo y su uso, Messerschmitt crea un triciclo para dos ocupantes de 2,8 metros de largo, en posición tándem, con una cabina cerrada del estilo a las utilizadas en los aviones militares del momento, apertura lateral para el acceso de los ocupantes y fabricada en plexiglás. Esta cúpula, totalmente transparente, daba al pequeño habitáculo un plus de luminosidad además de una fantástica visión en todos los ángulos a la hora de realizar cualquier maniobra.
La mecánica constaba de un modesto monocilíndrico de 175 cc y dos tiempos con 9 CV de potencia, en posición trasera y con transmisión por cadena, que llevaba a su única rueda en el tren posterior la fuerza para poder mover los 210 kilos en vacío del KR. En cuanto a su habitáculo, brillaba por su simpleza, con un manillar para poder dirigir la dirección delantera del KR 175 y un tablero de instrumentos donde se podía instalar un velocímetro, el cual nos hace creer que era opcional por la ausencia de este en algunas unidades.
Con un pequeño motor de 175 cc y 9 CV, la primera versión del Messerschmitt KR sirvió para poder darle al pueblo alemán una manera sencilla y económica de transporte en la dura posguerra
Estéticamente, el Kabinenroller destacaba por un frontal con unas grandes aletas en forma de semicírculo que protegían las ruedas delanteras. Sus faros emergían debajo del parabrisas a modo de unos “ojos saltones” tan típicos en vehículos de pequeño tamaño de la época y detrás de ellos unos pequeños retrovisores garantizaban la visión trasera a su conductor.
Quizás es su parte trasera la que goce de más encanto y personalidad, con una forma cónica rematada con dos pilotos que sobresalían generosamente de la carrocería y entre ellos un indicador de intermitencia que advertía al vehículo que nos seguía la intención de realizar un giro. También en las aletas laterales se incorporaban los pilotos de intermitencia, además de rejillas para ventilar el pequeño propulsor. Estas aperturas también estaban presentes en la parte superior de la trasera y en posición inferior derecha se dejaba ver la salida de escape.
Dos años más tarde y viendo la buena acogida que tuvo la primera versión, se decidió incrementar la cilindrada hasta los 197 cc, creando una nueva versión denominada Messerschmitt KR 200, esta vez con 10 CV y capaz de alcanzar velocidades cercanas a los 90 km/h. Estética y dinámicamente en nada difería de su hermano menor el 175 y ambas versiones convivieron en el mercado alemán durante la época en la que se mantuvo su fabricación.
Del Messerschmitt KR 200 hubo versiones de techo burbuja, Cabriolet y Roadster
En 1957 Willy Messerschmitt decide abandonar la compañía y volver a su negocio original, la aviación. El modelo BF-109, que fue el avión de combate más vendido de la historia de la aviación -unas 35.000 unidades fabricadas-, continuó fabricándose en España como Hispano Aviación HA-1112-M1L “Buchón”, el cual siguió volando en el Ejército del Aire hasta su retiro en 1965.
Tras la marcha de su socio, Fend rebautiza la empresa con las siglas FMR, de Fahrzeug-und Maschinenbau GmbH, Regensburg (Ingeniería mecánica y de vehículos SA, Regensburg). Bajo la nueva nomenclatura crea una nueva versión del KR, el 201, básicamente el mismo vehículo que el 200, pero como decimos bajo una nueva licencia. Además, incorporó un nuevo concepto, pero esta vez de cuatro ruedas. Manteniendo la arquitectura y filosofía Kabinenroller presenta el TG 500, con motor bicilíndrico en paralelo de 493 cc capaz de desarrollar 19 CV y alcanzar los 125 km/h.
La producción de los KR 175/200 y FMR 201 cesó en 1964, con un total de 40.508 unidades vendidas de las tres versiones. 20.840 pertenecen a la primera serie de 175 cc y el resto a las versiones posteriores de este pequeño triciclo que consiguió, en una de las épocas más convulsas del siglo pasado, darle un servicio de transporte a muchos alemanes que intentaban reconstruir un país asolado y a la vez emergente de tan cruel conflicto.
Además, el Messerschmitt KR 175 Tuvo un derivado en italiano fabricado bajo licencia en Brescia. El MI-VAL Mivalino se presentó en el Salón de Milán de 1953 y era prácticamente igual, solo que utilizaba un propulsor parecido, un dos tiempos de 172 cc, no el Fichtel & Sachs de sus primos alemanes.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS