La Militaire 1065 4Cyl, fabricada en 1915, es una de las motocicletas más peculiares de cuantas se fabricaron a comienzos del Siglo XX. Y la denominamos motocicleta, pues, se vendía como tal y en general, tiene características de motocicleta, pero incorpora ruedas estabilizadoras, similares a los ruedines que se montan en las bicicletas para niños. Ruedas que se podían subir o bajar mediante un pedal.
De hecho, la Militaire Autocycle Company, diseñaba sus motos como si fueran coches, con un selector del cambio entre las piernas, articulado sobre el suelo, un volante en lugar de un manillar y soluciones de lo más pintoresco y que, en parte, se retiraron del modelo con motor de cuatro cilindros y 1.065 centímetros cúbicos lanzado en 1915. Cabe destacar que, hasta ese momento, la empresa, que entonces se llamaba Militor, anunciaba sus modelos como una narrativa que ensalzaba la combinación de cualidades de automóvil aplicadas a una motocicleta.
Aquel modelo, conocido como 1065 4Cyl –denominación que no estamos seguros de que sea la original, pero aparece así en todas las fuentes consultadas–, pertenece a una segunda época de la compañía, iniciada en 1914 por Normal Sinclair, aunque esta parte de la historia es confusa, pues unos dicen que es el cerebro original de la compañía y otros afirman que llegó a la misma cuando Militor quebró por primera vez en 1913.
Según la revista Motocycle Classics, el diseño original fue cedido bajo licencia a The Champion Motor Car Co., de St Louis, en Missouri, Estados Unidos, que vendió el proyecto durante un breve periodo de tiempo bajo el nombre Champion. Cuando esta quebró, Sinclar acabó con los derechos en su poder y fundó la Militaire Autocycle Co, en Buffalo, Nueva York. Otras fuentes dicen que Sinclar compró la compañía cuando quebró y la trasladó a Nueva Jersey bajo el nombre de Militor.
Una historia un tanto compleja, pero que no oculta lo extraño de sus motos, con la Militaire 1065 4Cyl como ejemplo claro de lo que hacía. Solo hay que ver su diseño para comprobar que no es una motocicleta convencional. El eje delantero, por ejemplo, es complejo y extraño, con parte del chasis ocupando el lugar de la rueda delantera, pero con unas curvas en sus barras para permitir el giro a través de un eje curvo –el que sería el eje de la rueda que conecta con la horquilla–. La documentación de la empresa lo describía como “eje delantero pivotado”.
Extraño, igualmente, era el chasis en sí, una estructura que discurría por la parte baja de la motocicleta y que extendía hacia arriba mediante unos tubos, con los que se daba soporte al asiento y a la rueda trasera. El motor, con la caja de cambios en el mismo cárter, hacía las veces de elemento estructural. El embrague se accionaba mediante un pedal, al igual que los frenos, mientras que la caja de cambios tenía un selector en H, como en los coches, con marcha atrás incluida.
Y ya que se menciona el motor, decir que se trata de un cuatro cilindro en línea, colocado longitudinalmente con el cambio al final, refrigerado por aire y capaz de rendir 11 CV. Podía lanzar a tan peculiar vehículo hasta las 60 mph, unos 96 km/h. Motor que hasta suena a motor de automóvil, aunque un poco eclipsado por el silbar del diferencial.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS