La Moto Guzzi Breva 1200 parece una motocicleta lejana en el tiempo, y hasta cierto punto desconocida, pero en realidad no tenemos que retroceder demasiado, solo hasta 2007, cuando la firma italiana puso en circulación la Breva 1200. Con esta versión, se buscaba complementar, por arriba, a la Guzzi Breva 750, la cual, se había presentado poco antes con unas aspiraciones similares, pero con un motor más pequeño.

El segmento de las naked suele ser de lo más variopinto. Hay naked de todo tipo, desde versiones radicalmente deportivas, hasta opciones puramente usables, auténticas herramientas para ir de un lado a otro sin más objetivos. No debemos olvidar que las primeras motocicletas, en realidad, eran naked y, por tanto, podemos decir que la “moto de verdad” es una motocicleta desnuda. Por ello, quizá, hay tantas variantes.

La Guzzi Breva 1200 es una muestra más de esa enorme variedad. Creada por una de las compañías con más personalidad e historia de cuantas se han fundado en Italia, la Breva era una naked sencilla, lejos de las complejidades típicas italianas, pero que no por ello perdía la esencia de las auténticas Moto Guzzi. Además, que fuera sencilla no quería decir que se prescindiera de otras virtudes.

Así, la Guzzi Breva 1200 se tendría que ver las caras con modelos de lo más diversos. Para que nos hagamos una idea, la revista Motociclismo enfrentó a la Breva 1200 a la BMW R1200R y a la Harley-Davidson XR1200X, dos modelos con una personalidad desbordante, pero con cualidades y soluciones muy, pero que muy diferentes y todas destinadas a un público curtido, con experiencia y con una buena cuenta corriente, pues hablamos de motocicletas con un precio que no era precisamente bajo.

La Breva 1200 era una evolución de la Breva 1100, la cual había sido puesta en escena apenas unos meses antes, pero que al parecer, no ofrecía unas prestaciones suficientes y hubo que ampliar ligeramente el tamaño del motor. El motor era compartido con la Guzzi Norge –que básicamente era una Breva 200 con carenado y maletas– y que como en casi todas las Guzzi, tiene dos cilindros y el cigüeñal colocado en posición longitudinal. Con 1.151 centímetros cúbicos, inyección electrónica y refrigeración por aire, rendía 95 CV a 7.500 revoluciones, que se enviaban a la rueda trasera mediante un eje cardán.

Como muchas naked de este estilo, el peso era elevado: 253 kilos, pero al diseñarla se había tenido mucho cuidado con la ergonomía y se había desarrollado un asiento muy cómodo. Mismo planteamiento se podía encontrar en la puesta a punto general, así como en la entrega de potencia. No era una motocicleta para buscar la eficacia en curva, sino para disfrutar relajadamente de la ruta y para un día a día cómodo, a los mandos de una italiana con estilo.