Que Moto Guzzi es una marca muy especial, creo que nadie lo puede discutir. Una de sus señas más características es la colocación de sus motores V-Twin, en posición longitudinal -según el cigüeñal- lo que hace que sus cilindros asomen por los lados como las orejas de un elefante africano. Esto no quita que sean unas motos magníficas, como la Moto Guzzi V11 Sport.
Esta preciosa moto se presentó en el salón de Milán de 1997, pero por aquel entonces la situación financiera de la marca no era nada buena. Cuando Aprilia llegó al rescate, recuperó el proyecto de la V11 y la sacó al mercado dos años más tarde, en 1999.
La moto se mantuvo en el mercado hasta 2006, aunque por el camino fue cambiando el nombre con apellidos como Naked, CF, TT o Scura, pero salvo pequeños detalles, era la misma moto. También hubo variantes sin el apellido “Sport”, como la V11 Le Mans o la V11 Rosso Corsa, que tienen mínimos cambios mecánicos y decorativos.
En su día, salió al mercado a un precio actual de unos 11.500 euros, ofreciendo a cambio una moto con mucho carácter y la calidad de Moto Guzzi
Como vemos, se trata de una naked muy atractiva y poderosa, que cuida la ergonomía, con su depósito esculpido para que podamos alojar las piernas en torno a ella, y hacernos sentir integrados como si fuéramos un todo. Que recurra al minimalismo tiene sus desventajas, pues no tiene ninguna protección contra el viento, así que los viajes largos a alta velocidad se pueden hacer un poco más complicados.
Su motor, un poderoso V-Twin refrigerado por aire, con cuatro válvulas por cilindro y 1.063 cm3, era capaz de proporcionar 91 CV a 7.800 rpm y 94 Nm de par a 6.000 rpm, transmitiendo su potencia por cardan a la rueda trasera. Su peso era de 219 kg, y era capaz de alcanzar los 216 km/h, lo que demuestra que era una moto capaz de devorar cualquier carretera.
Una de sus mayores alabanzas proviene de la rigidez de su chasis, que hacía que el piloto pudiera trazar las curvas como si estuviese dibujándolas con un compás, en parte gracias también a sus suspensiones, de doble horquilla invertida delante de 40mm, firmadas por Marzocchi, y brazo basculante detrás, con monoamortiguador Boge, ajustable en compresión y rebote. Su doble disco delantero de 320 mm y simple trasero de 282 mm se encargaban de parar la moto sin problemas en cuanto fuese necesario. Según lo que dicen quienes la han pilotado, una moto suave pero a la vez poderosa y refinada.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.Recuerdo perfectamente como en el verano del año 2001 cuando acababa de cumplir la edad para poder llevar un ciclomotor me compré la revista de La Moto y me quedé prendado de la V11. Por edad a todo el mundo le chocaba que no hablara de las típicas R1, 9R, etc…Pero para mí esta moto era pura pasión y para mí gusto una de las motos más bonitas de la historia, siempre he tenido una espinita con las V11, al menos veo que no soy el único que las recuerda.
La verdad es que es una moto preciosa, a pesar de la “locura” de colocación del motor, que obligaba a retrasar las estriberas para no quemarte con los cilindros. A pesar de sus desventajas, la Moto Guzzi V11 era una gran moto.