La Motorhispania Sport 49 nació tras la ruptura de la marca catalana (por aquel entonces) con Moto Guzzi, momento en el que pasó a manos de la empresa sevillana de fabricación de componentes mecánicos ISA (Industrias Subsidiarias de Aviación), la misma que llevaba décadas suministrando buena parte de los elementos de parte ciclo a la firma italiana. En aquella nueva era, MH nos trajo joyas como la que hoy os queremos mostrar y que son objeto de deseo de coleccionistas y gente que por aquel entonces, en los años 80, fueron adolescentes que quedaron prendados del modelo.
Solamente con echar una primera ojeada uno se da cuenta de la genética racing con la que se había diseñado y fabricado aquel “simple” ciclomotor. Su colín monoplaza, semimanillares de carreras o su completo cuadro de instrumentos nos daba una idea de las aptitudes de aquella escuálida 49 cc. A ello debería añadir su mecánica, firmada por Franco Morini, que es la guinda de un pastel muy bien elaborado.
La Motorhispania Sport 49 pertenece ya a la época donde la marca estaba bajo el control de ISA, dejando atrás el empleo de bastidores provenientes de modelos Guzzi
El pequeño propulsor dos tiempos y refrigerado por aire, tipo UC4, y asociado a un cambio de cuatro relaciones, cubicaba 49,93 cc. Las cotas internas declaradas eran de 39×41,8 mm, quedando sometido a una compresión 9:1. El sistema de alimentación, por su parte, vino dado por un carburador Dell’Orto SHA 12/12, y contaba además con un embrague multidisco en baño de aceite y encendido por medio de volante magnético y bobina de alta ubicada de forma independiente. La potencia declarada estaba alrededor de los 2 CV.
Si el bloque estaba logrado, la parte ciclo le iba a la zaga, con un bastidor doble cuna fabricado en acero con tratamiento al cromo molibdeno. Este queda apoyado en un equipo de suspensiones compuesto por una horquilla telehidraúlica delantera, junto a un sistema cantilever con amortiguador hidráulico en posición horizontal.
Unas llantas de aleación de 17 pulgadas albergan sendos tambores en el apartado de la frenada, suficientes para detener los solamente 57 kilogramos de peso de esta replic racer. En cuanto a cotas, la Motorhispania Sport 49 de primera generación medía una longitud total de 1.820 mm, una anchura máxima de 620 mm y una altura final de 1.070 mm. La distancia entre ejes queda cifrada en una cota de 1.210 mm.
Así que, estudiando los datos técnicos y echando un ojo a su singular silueta, podemos hacernos una idea de cómo se las gastaba este ciclomotor de comienzos de los 80. Si nos centramos en los detalles, entonces daremos cuenta de elementos como su alargado depósito que, junto a unas estriberas retrasadas, dejaban en una posición totalmente estirado encima de la moto. Esto, unido a su cupolino frontal, nos facilitaba la labor de sacar el máximo partido al pequeño Franco Morini, que borboteaba de manera magistral gracias a su “tubarro” con silenciador incluido.
La estética y configuración de la Motorhispania Sport 49 era lo más parecido a una moto de circuito en aquella cilindrada, gracias a un rabioso propulsor y un equipo a base de componentes con un espíritu RACER muy definido
En cuanto al nivel de terminación y equipamiento, esta pequeña deportiva ochentera contaba con un completo cuadro de instrumentos, con velocímetro tarado hasta los 120 km/h y un cuentavueltas con escala hasta las 12.000 RPM. Entre ellos, el bombín de la llave de contacto y algunos chivatos luminosos. Colín y depósito fabricado en fibra de vidrio, o unos llamativos colores para su decoración, eran parte de la impronta de este ciclomotor tan icónico y escaso a la vez.
Quizás por ello, por las poquísimas unidades que quedan en circulación, sea por lo que actualmente para poder hacerte con una de las Motorhispania Sport 49 tengas que desembolsar un fajo grande de euros. En la actualidad solo hemos conseguido encontrar una sola unidad en venta en nuestro país -dudamos mucho que fuera del haya algún ejemplar- siendo el precio actual de esta unidad en particular de nada menos que 6.000 euros, precio que ya no parece tan descabellado teniendo en cuenta el nivel de su restauración y que prácticamente es única en nuestro mercado de usadas.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS