Para gran parte de la afición descubrir la existencia de la Sanglas 350 Motocross no deja de ser una gran sorpresa. De hecho, su existencia ha sido algo tan poco conocido que siquiera se conserva ninguna de las unidades originales de 1959, aunque sí se ha logrado hacer recientemente una réplica muy bien documentada. Así las cosas, estamos ante una verdadera pieza de arqueología para reconstruir los inicios del Motocross en España. Dicho esto lo mejor será empezar por el principio, revelando paso a paso una historia en la que Sanglas se nos aparece como una marca más enfocada en las carreras de lo que a priori se pudiera pensar.
Así las cosas vamos a situarnos en 1948, año en el que al fin arranca la producción en serie de la casa barcelonesa tras al menos cinco años ensayando con diversos diseños inspirados en el motociclismo británico y alemán. Primera característica de Sanglas, destacando con sus diseños de cuatro tiempos y gran cilindrada – en 1952 presentó su primer modelo con medio litro – en un país donde las motocicletas de dos tiempos y octavo de litro copaban el segmento de las turismo. De esta manera, la identidad de Sanglas se basó en la diferenciación mecánica. Por cierto no buscando tanto las prestaciones cómo la sensación de ir sobre una montura sólida, eficaz y generosa en su par motor.
Con todo ello – y al contrario de la estrategia tomada por OSSA o Bultaco – Sanglas nunca insistió en su participación en las carreras como forma de crear imagen de marca. Es más, si interpretó una apuesta publicitaria basada en la propaganda por el hecho ésta se basó en suministrar motocicletas a las fuerzas del orden, alimentando la visión de una marca adusta y serena. Sin embargo, lo cierto es que sí participó mucho más de lo que se pudiera pensar en carreras de Cross, regularidad y resistencia durante toda la década de los cincuenta. Normalmente apoyando de forma externa a pilotos inscritos en dichas pruebas con modelos Sanglas modificados por ellos mismos. Una tendencia llevaba más allá cuando se celebró el primer Campeonato de España de Motocross en 1959.
Aunque Sanglas no haya pasado a la historia como una marca especialmente enfocada en la competición, lo cierto es que llegó a participar incluso de forma oficial en pruebas como el Campeonato de España de Motocross
Sanglas 350 Motocross, un duelo contra Derbi
Irradiada desde el Reino Unido, la afición española al Motocross aún estaba en pañales a finales de los cincuenta. De esta manera, los trazados donde se disputaron las primeras pruebas apenas contaban con obstáculos propios de esta especialidad, siendo un conjunto de caminos enlazados entre sí. Además, casi ningún fabricante peninsular había experimentado aún con producir en serie monturas de Cross derivadas de las turismo. Así las cosas, cuando en 1959 se convocó la primera edición del Campeonato de España de Motocross tanto los diseñadores como los pilotos – e incluso la propia afición – se encontraban tanteando a ciegas un terreno ignoto.
Sea como fuera, lo cierto es que aquella temporada inaugural contó con dos categorías. Aquella en la que se englobaban las monturas con menos de 350 centímetros cúbicos – copada por OSSA junto a los incipientes éxitos de Bultaco – y aquella donde se inscribieron las de mayor cilindrada, definida por un duelo sin cuartel entre Derbi y Sanglas. Es más, ambas marcas acudieron al campeonato no apoyando de forma externa a pilotos privados, sino con equipos oficiales dotados de motocicletas preparadas en fábrica para la ocasión.
En el caso de Derbi ésto se materializó a través de una bicilíndrica con unos 18 CV rematada incluso con un sillín especial. En el de Sanglas el producto de sus diseñadores fue la 350 Motocross, basada en una de sus motocicletas turismo dotadas con el monocilíndrico de cuatro tiempos y 347 centímetros cúbicos tan típico en la marca desde sus inicios. Eso sí, se realizaron modificaciones en el chasis, se elevó el escape, se cambiaron las suspensiones e incluso se retocó el sistema eléctrico. Todo ello para hacer de la Sanglas 350 Motocross una motocicleta dura y resistente en aquellos trazados de tierra.
La pugna entre Derbi y Sanglas se saldó con la victoria de la primera, aunque tras tan sólo dos temporadas la categoría enfocada a albergar las máquinas con más cilindrada se suspendió al quedar desierta por falta de participantes
Llegados a este punto, la primera edición del Campeonato de España de Motocross vivió una intensa pugna entre los pilotos oficiales de Derbi y la dupla de Sanglas formada por Josep Antoni Maseras y Josep Roja. Finalmente, tras las tres pruebas que conformaban el calendario – Vitoria, Manresa y Madrid – se impuso Andreu Basolí con la Derbi 350 Motocross seguido de cerca por la Sanglas 350 Motocross de Maseras. No obstante, aquella categoría enfocada a la inscripción de las motocicletas con más cilindrada desapareció tras dos años por falta de inscripciones. De esta manera, el Campeonato de España de Motocross quedó como un terreno allanado para las Montesa y Bultaco que dominaron hasta los ochenta y la llegada de las marcas japonesas. Pero eso, ya es otra historia.
P.D. Debido a la escasa existencia de testimonios gráficos sobre la Sanglas 350 Motocross de 1959, las imágenes que acompañan a este texto corresponden a diversas versiones Motocross de motocicletas Sanglas.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS