Norton, la mítica firma británica con más de 100 años de historia y grandes gestas en competición (¿quién no conoce la Norton Manx?), lleva tiempo intentando volver al ruedo. Como en muchas otras ocasiones, las cosas no están siendo fáciles y aunque hay ganas y talento, se han encontrado con algún bache en el camino. Uno, además, importante, que tenía la fiabilidad de su Norton V4SV como principal foco.

De hecho, faltó muy poco para que la marca echara el cierre definitivamente, pero recibió una inversión de 100 millones de libras de TVS Motors, propietaria de la marca desde abril de 2020. Y no podemos olvidar la condena por estafa a Stuart Garner, el propietario de la marca entre 2008 y 2020. Vamos, que estamos ante el típico ir y venir aprovechando un nombre mítico en el mundo del motor, algo que a veces suele tener mal final.

No obstante, parece que las cosas vuelven a su cauce y los modelos vuelven a producción. De las nuevas instalaciones en Solihull, una villa situada a casi 15 kilómetros de Birmingham, Inglaterra, han comenzado a salir de nuevo las Norton Commando 961, algo que ya se anunció en verano. Hay que recordar que la Commando 961 estuvo en producción en 2010 como reedición de las míticas Norton Commando 750 y 850, siendo el producto principal de Norton hasta el colapso de la empresa en 2020, no en balde, la Commando y algunos modelos derivados, eran los únicos productos que la marca tenía en catálogo, hasta que se presentó la Norton V4SS en 2016, moto que tardó bastante en llegar a producción y además, lo hizo, como ya hemos comentado, con problemas de fiabilidad.

La “nueva” Norton Commando 961 es, esencialmente, la misma motocicleta que se tuvo en producción hasta 2020, pero el equipo de ingenieros, los cuales tienen experiencia sobrada en motocicletas gracias, entre otras cosas, a fabricar los monocilíndricos para BMW, ha realizado algunos cambios en todos los apartados. En esta ocasión, además, se ofrecerá en dos versiones, CR (Cafe Racer) y SP, la más deportiva y es el primer modelo que sale de las instalaciones que TVS construyó en Solihull.

Estéticamente, costará encontrar diferencias frente a las primeras Norton Commando 961, pero por ejemplo, el chasis es de nuevo desarrollo, fabricado igualmente con tubo de acero pero mejorando la calidad al emplear soldadura TIG y MIG, y cuenta con una horquilla Öhlins con barras de 43 milímetros ajustable en compresión y extensión, acompañada de un sistema con doble amortiguador trasero con depósito separado, también firmado por Öhlins. Los frenos son Brembo y las llantas, de radios y 17 pulgadas en las dos ruedas, montan gomas Dunlop Sportmax GPR300 en medidas 120/70 17 y 180/55 17. La distancia entre los ejes (la batalla) es de 1.400 milímetros, mientras que el ángulo de lanzamiento es de 24,5 grados y el avance de 99 milímetros.

Las Norton Commando renacieron en 2010 buscando ofrecer ese toque retro que tanto gusta muchos moteros, y la nueva reedición del modelo mantiene esa misma esencia. La instrumentación son dos relojes clásicos, de toda la vida, con una pequeña pantalla LDC para cosas como el cuentakilómetros total y parcial.

Mecánicamente, se queda algo por detrás de sus principales rivales, como la Triumph Thruxston. Monta un bicilíndrico en paralelo de bonita y clásica estética, cuya cilindrada alcanza los 961 centímetros cúbicos (de ahí su denominación…), declarando 76,8 CV a 7.250 revoluciones y un par de 81 Nm a 6.300 revoluciones. La caja de cambios es de cinco relaciones con embrague en baño de aceite. Mantiene el mismo diámetro de pistones de 88 milímetros y la misma carrera de 79 milímetros, respecto al motor diseñado por Kenny Dreer en la fatídica época de Stuart Garner, pero su rendimiento es ligeramente inferior.

Por el momento, la nueva Norton Commando 961 solo está disponible en Reino Unido, a un precio de 19.000 euros al cambio. No sabemos cuando llegarán a Europa, si es que llegan.