La Suzuki GSX 550 ES se puso en circulación, allá por los años 80, con el objetivo de hacerle la vida más complicada a las Yamaha XJ 600 y a la Kawasaki GPZ 550. Es decir, iba directa al segmento de las denominadas, por entonces, “ligeras”, a la categoría de las motos de tipo medio que, aunque durante muchos años pasaron desapercibidas, siempre han sido la base de la industria motociclista.
Al igual que en el sector de las cuatro ruedas, las ventas se sustentan por versiones con potencias y equipamiento muy concretos –ni altos ni bajos, como se suele decir, en la mitad de tabla–, las motos también viven de lo mismo, de modelos “todo uso” que por potencia, prestaciones o precio, se sitúan en medio de la tabla. Y haa sido así siempre, o casi, lo que ocurrió durante algunos años con las Supersport era simple espejismo del momento; ahora, el mercado español es mucho más maduro y las motos más populares son, obviamente, las de tipo medio, las más lógicas.
Por supuesto, la motocicleta media ha evolucionado igual que todas, aunque no son pocos los que encontrarán algo más de carisma en las motos de los 80, como la Suzuki GSX 550 ES. Y ponemos un ejemplo. La revista Motociclismo, en el número 870 –publicado en 1984– decía lo siguiente nada más empezar: “La GSX 550 de nuestra prueba, con 54,9 CV a la rueda, capaz de para el reloj en los 400 metros en 12,9 segundos y con una manejabilidad y personalidad muy deportiva, está preparada para ese momento [para luchar con sus rivales antes mencionadas]”.

La Suzuki GSX 550 ES es una moto de las que, seguramente, no volvamos a ver en mucho tiempo. Básicamente, porque su motor es un cuatro cilindros refrigerado por aire, y no un dos cilindros “líquido” como se acostumbra desde hace ya unos años. Tenía una culata con cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas y la alimentación corría a cargo de dos carburadores de doble cuerpo. Se anunciaban 572 centímetros cúbicos, caja de cambios se seis relaciones y unas rueditas que hoy parecerían de bicicleta: 100/90 en llanta de 16 pulgadas delante y 110/90 en llanta de 18 pulgadas detrás. El peso, homologado, era de 215 kilos –entre otras cosas, el chasis era un doble cuna en tubo de acero–.
El precio era más que interesante: 785.000 pesetas, 4.717 euros de 1984, aunque si sumamos la inflación hasta 2025, nos darían poco más de 18.600 euros. La Suzuki GSX 550 ES era una moto interesante y apetecible en aquellos ya muy lejanos años 80, que admitía tanto una conducción tranquila “para ir a trabajar”, como una “de domingo” más pasional y divertida. Solo había que llevar el motor por debajo de las 7.000 revoluciones para tener una motocicleta tranquila y confortable, o bien, por encima de dicho régimen para encontrar todo el nervio de su propulsor tetracilíndrico.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS