La Suzuki RGV 250 es una moto que tiene un aura especial a su alrededor. Auténtica Racing Replica –de ahí el tradicional RR de toda deportiva–, cuyo motor “dos tiempos” de 250 centímetros cúbicos, combinado con su escaso peso, le otorgaban unas prestaciones propias de motos más grandes.
Eso, junto a su diseño y a su clara conexión con las carreras, convirtieron a la Suzuki RGV 250 en un objeto de deseo. Hubo varias versiones, desde las primeras RG250 Gamma aparecidas en 1983 hasta las últimas RGV 250 Gamma SP de 1997, a cada cual más racing y más espectacular.
Para la ocasión, nos vamos a quedar con la VJ22A, la RGV 250 Gamma lanzada en 1990 para reemplazar, obviamente, a la VJ21A, aparecida dos años antes. Corría el mes de enero, y la Racing Replica de Suzuki, con su motor de dos tiempos, ya se había ganado el respeto de todo el mundo, aunque los japoneses quisieron mantener la esencia y las prestaciones del modelo frente a la competencia.
Así, los cambios fueron relativamente escuetos, aunque importantes. Por ejemplo, el basculante pasó a ser de tipo banana –por el lado derecho, por el izquierdo es recto– que no solo es más bonito, también es más rígido, pero supuso un aumento de peso de 10 kilos –de 129 a 139 kg–. Los escapes, por su parte, tenían dos salidas por el mismo lado y la horquilla ahora, en la VJ22A, era de tipo invertida, con barras de 41 milímetros de diámetro. También se montó una llanta trasera de 17 pulgadas.
El motor, el famoso V2 de agujeros, se mantenía básicamente sin cambios, aunque se añadieron nuevos elementos como los carburadores, que pasaron a contar con gestión electrónica del flujo de aire. Se añadieron los sistemas SAPC –Suzuki Advanced Power Control 0150 y AETC II –Automatic Exhaust Timing Control II–, de gestión electrónica del motor en el primer caso, y de control electrónico de la válvula de escape.
Las cifras de potencia variaban bastante según el país. El Japón, por ejemplo, la potencia máxima se limitaba a 45 CV, pero sin restricciones, podía alcanzar los 62 CV a 11.000 revoluciones –en Reino Unido, por ejemplo, eran 58 CV a 11.000 revoluciones en 1991, y 62 CV también a 11.000 revoluciones en 1992–. El par, por su parte, era de 38 Nm a 8.000 revoluciones.
En enero de 1990 también apareció la Suzuki RGV 250 FL –SP–, un modelo de producción deportiva que contaba con embrague en seco, suspensiones totalmente ajustables y caja de cambios tipo cassette, que pasaba a una caja de cambios estándar en las RGV 250 FNL –SP 2–.
Para 1991, se añadieron algunos cambios como una admisión rediseñada, una nueva cubierta de plástico para el asiento y nuevos esquemas de color, como la Lucky Strike y una poca vista combinación de rojo, negro y plata. En 1992 aparecieron, otra vez, nuevos esquemas de color y unas barras de horquilla anodizadas.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS