La Vespa 50 SR, aparecida en 1975, se posicionó rápidamente como la Vespa 50 más rápida fabricada hasta la fecha. Era la sucesora de la Vespa 50 Sprinter y solo se fabricó para el mercado alemán, así como en pequeñas cantidades en Austria y Suiza, y por tanto, no la tuvimos por España.

El lanzamiento de la Vespa, allá por 1946, supuso un notable cambio para el mercado de la motocicleta. Nació como un vehículo sencillo, de bajo coste y que pudiera transitar por una Italia –y una Europa– asolada por la guerra. Nadie se imaginó que llegaría a convertirse en todo un hito y que incluso intentarían copiar su fórmula.

Vespa es un sello en sí mismo, eclipsa totalmente a su verdadera marca, Piaggio, pero eso no parece importarle a la compañía, que más bien lo alimenta con la publicidad y con cada lanzamiento. Gracias a eso, entre otras cosas, Vespa es un símbolo y un deseo de miles de aficionados, incluso en Alemania, donde podríamos decir que son adictos a la velocidad.

Para ellos, nació la Vespa 50 SR en 1975, una versión capaz de rodar a 72 km/h gracias a sus 4,4 CV. Era la Vespa con motor “de 50” más rápida vista hasta la fecha, incluso era rápida para ser un ciclomotor. Para lograr esas prestaciones, se hizo uso de un cilindro de aleación y un carburador Dell’Orto más grande, sobre el motor de la Vespa 50 Super Sprint.

La 50 SR se fabricó durante cinco años, aunque la producción fue muy escueta. En total, salieron de la línea de montaje 579 unidades, lo que convierte a este modelo en una de las Vespa más raras de la historia. Así, es lógico entender que sea uno de los modelos más buscados por los coleccionistas y que pueda llegar a alcanzar alrededor de 8.000 euros en subastas.

Estéticamente no era muy diferente a cualquier otra Vespa 50, de hecho, apenas hay cambios. Se la podría reconocer por el silenciador del escape, negro e inclinado hacia abajo, además de ser poco estético. El velocímetro es un Primavera Veglia Borletti con fondo blanco y escala hasta los 100 km/h o, por ejemplo, el piloto de la Vespa Rally o, en una segunda serie, el piloto de la Primavera ET3.

La Vespa 50 se lanzó en 1963 como respuesta a los diferentes cambios regulatorios en Italia. Se ganó el apodo de Vespinno, uno de los motivos por los que “nuestro” Vespino, se llamara allí Gilera Toledo. Pronto se convirtió en un éxito de aceptación y entre todas sus variantes, se llegaron a vender 1,42 millones de unidades aproximadamente.