La Williams Clady de 1915 es una motocicleta bastante peculiar. Más allá de su chasis, que parece el cuadro de una bicicleta con unos reposapiés fabricados en el garaje de casa y soldados donde buenamente se ha podido, habría que destacar sobre todo, su motorización: un tres cilindros en estrella –un motor radial–, que gira solidario a la rueda trasera.
A nadie se le escapa que las primeras motos tenían mucho en común con las bicicletas, básicamente, porque eran bicicletas idas a más. La evolución llevó a los fabricantes por un camino lógico, cada vez más alejado de las bicicletas, aunque sin dejar de lado los experimentos. De hecho, si por algo se caracterizan los primeros años de las motocicletas, es por los experimentos. Los primeros años de las motos, y también de los coches, no nos olvidemos de eso.
La Williams Clady es un buen ejemplo de lo que hemos mencionado antes: una moto con aspecto de bicicleta, pero con soluciones de lo más peculiares. El mismo chasis, por ejemplo, ya es llamativo, con grueso tubo central en forma de V, con refuerzos realizados en tubo más pequeño y que, además, sirve de soporte para los reposapiés y para un plato cuya finalidad es, sencillamente, ayuda a poner en marcha el motor. El depósito es un cilindro colocado muy cerca del manillar.
Hay muy poca información sobre la Williams Clady. En 1915 se montaron cuatro unidades, cuatro prototipos, de los cuales, solo se tiene constancia de un ejemplar –unidad que aparece en las fotos, propiedad de Mecums Auctions–. Su motor, de tres cilindros radiales, tiene origen aeronáutico, destinado a montarse en aviones y helicópteros, aunque al ser tan pequeño se dice que esto último es poco probable.
Dicho motor está unido solidariamente a la rueda trasera y gira con ella. Tiene 873 centímetros cúbicos, desarrolla 10 CV y tiene una transmisión de dos velocidades, que se acciona mediante una larga palanca situada a la derecha. El grueso tubo del chasis, antes mencionado, también hace las veces de depósito de aceite.
Poco más se puede decir que no se vea fácilmente. El chasis no tiene suspensión trasera –el asiento cuenta con muelles–, la suspensión delantera es de tipo Hearles, solo hay freno en la rueda trasera, un pequeñ tambor que se acciona con el talón del pie izquierdo, mientras que el acelerador es de puño giratorio, es decir, como ahora.
Normalmente, las casas de subastas, gracias a su equipo de historiadores, suelen ofrecer información más o menos detallada sobre sus lotes, pero en este caso no es así y poco más se puede contar sobre esta peculiar motocicleta. Tan solo que fue restaurada y que su odómetro marca 11.000 millas, unos 17.700 kilómetros.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS