El año 2006 marca el inicio de la segunda etapa comercial de la Yamaha FJR 1300. Presentada en el año 2000, la primera generación -de la cual ya te hablamos- daba el pistoletazo de salida a una de las GT más completas que se hayan fabricado, ya sea por su propulsor, ergonomía e incluso precio.
Todo ello perfeccionado por parte de los técnicos de Iwata en esta segunda hornada que hoy os queremos mostrar, y en la cual se efectuó un profundo trabajo a todos los niveles, siendo la mayor novedad la incorporación de un nuevo sistema de cambio semiautomático. Empezando por este último, quizas la evolución técnica más importante en la historia del modelo, Yamaha integró para las unidades comercializadas a partir del 2006 un sistema de cambio semiautomático bautizado como YCC-S (Yamaha Chip Controled-Shift).
Gestionado por medio de una ECU independiente, la variante AE vendría sin maneta física de embrague. En esta versión el punto muerto quedaría con la palanca de marchas colocada al fondo del todo, lo que viene siendo la primera en cualquier motocicleta estándar. En la piña izquierda encontraríamos sendos pulsadores para subir o bajar velocidades.
Una vez puesta la primera relación podríamos subir o bajar relaciones bien con los pulsadores o la palanca física de toda la vida. Por su parte, la ECU se encargaría del trabajo electrónico, ya que detectaría el momento idóneo entre cambio y cambio para engranar la velocidad seleccionada. Para ello parámetros como la apertura del gas, la velocidad a la que circuláramos o las revoluciones serían los factores con los que la centralita calcularía cada transición.
Aquella primera versión del YCC-S se convertiría en un hito dentro de la historia de las dos ruedas, ya que hasta ese momento ninguna otra marca habría decidido instalar una caja de cambios de este tipo en una motocicleta en serie.
Pero esa primera generación fue catalogada de algo brusca a bajas velocidades y de no transmitir al piloto la confianza deseada cuando de andar entre el tráfico se tratara, dando la sensación por momentos de que la moto fuera a detenerse. Sin embargo, una vez en marcha, los cambios se realizaban de una manera óptima, empleando apenas un segundo entre cada uno de ellos.
La Yamaha FJR 1300 de segunda generación incorporaría como novedad más relevante un nuevo sistema de cambio semiautomático, denominado por la propia marca como YCC-S
El segundo apartado donde la marca nipona se empleó a fondo fue el aerodinámico, mejorando sustancialmente este aspecto. Entre los cambios más importantes encontrábamos una nueva carrocería en la que se trabajó, además de para proteger aún más a la “tripulación”, en otros aspectos como el aislar la zona bajo el asiento y los carenados laterales, derivando el calor que emanaba el bloque japonés, ya que en la anterior generación fue uno de sus talones de Aquiles y además del que sus propietarios más se quejaron.
Por otro lado, en el frontal encontrábamos un nuevo faro con ajuste del haz de luz, así como una pantalla de nueva factura con posibilidad de un mayor número de regulaciones en cuanto a posiciones y 135 mm de recorrido total entre la posición más baja y la más alta.
Dentro de los mismos ajustes también podíamos seleccionar el grado de inclinación, disponiendo de hasta 50 mm entre los diferentes ajustes. Por último, un nuevo conducto bajo el mismo parabrisas trabajaba buscando reducir las turbulencias ocasionadas en esa zona.
Siguiendo dentro del apartado estructural y sus componentes, otros de los elementos que fueron parte de la revisión fueron por ejemplo sus estriberas, estando ahora en una posición más baja y adelantada respecto a su antecesora, algo que se trasladó tanto a las del piloto como las del pasajero. Unos espejos retrovisores plegables o una guantera en el carenado dotada de cerradura y en su interior de una toma de corriente, formaban también parte del tratamiento de rejuvenecimiento de la FJR 1300.
Las mejoras en esta segunda etapa comercial llegaron tanto a nivel dinamice como estructural, con un carenado rediseñado y mejores en materia de aislamiento y ergonomía
Tras el frontal, y ya situados en la posición de conducción, hubo otra serie de modificaciones en aras de una mejor ergonomía. Prueba de ello es ahora la posibilidad de modificar la posición del manillar hasta en tres posiciones distintas en cuanto a profundidad.
También el asiento contaba con este tipo de regulación, disponiendo de 20 mm extras aquellos pilotos algo más pequeños de tallaje. Por último, nos topábamos con un cuadro de instrumentos con una imagen renovada, en el que además se incluía ahora un lector de marcha engranada.
A nivel mecánico fue uno de los ámbitos donde menos se trabajó en esta generación, ya que el portentoso tetracilindrico de 1.298 cc y casi 145 CV de potencia no necesitaría de cambios incisivos para mejorar su apabullante respuesta. Aun así, para el 2006 Yamaha incorporaba un nuevo radiador en forma curva, intentando mejorar la refrigeración del bloque.
Tanto electrónica como inyección o sistema de escape eran sometidos a pequeñas modificaciones para poder cumplirt la norma anticontaminación Euro 3. En el plano dinámico, por el contrario, sí que hubo cambios importantes buscando mejorar aún más sus capacidades ruteras, eso sí, sin perder ni un ápice de esa agilidad que la había hecho objeto de deseo de muchos aficionados.
Aficionador que, si bien buscaban una GT con la que viajar a todo confort, también deseaban tener una motocicleta con dotes suficientes para poder afrontar un puerto de montaña con garantías. Para todo ello la Yamaha FJR 1300 era ideal.
Entre los mencionados cambios encontrábamos un basculante trasero que crecía en 35 mm, llegando para aquel entonces la distancia entre ejes hasta los 1.550 mm. Por otro lado, el monoamortiguador trasero ahora dispondría de 125 mm de recorrido, siendo antes la distancia máxima 5 mm menor. Para rematar la faena, Yamaha ahora se encomendaba a un sistema combinado de frenado tipo CBS, que unido al ya equipo de ABS, hacían de esta FJR 1300 una motocicleta muy segura en cualquier terreno.
En materia de seguridad, la Yamaha FJR 1300 incorporaba frenada combinada como complemento al ABS
Respecto al equipamiento y acabados, los mayores cambios los encontrábamos en alguno de sus componentes que pasaban de ser opcionales a convertirse en estándar. Entre ellos, y a destacar, los puños calefactables y las maletas laterales, ambos pertenecientes a la lista de extras por los que pagar en la versión anterior y que vendrían incluidos en la tarifa base.
Con un precio de 16.000 euros en su versión básica (FJR 1300A) y de 18.000 si optábamos por la variante equipada con el cambio semiautomático YCC-S (FJR 1300AS), la FJR seguía siendo más barata que las rivales de la competencia más fuertes dentro del segmento y venía dotada de un mayor equipamiento de serie.
Para el año 2008 la firma de los diapasones retocaría algunos aspectos técnicos como el acelerador, intentando hacerlo más progresivo y menos brusco, sobre todo en la variante dotada del cambio semiautomático. También esa misma temporada volverían al color negro para la base donde estaría instalado el cuadro de instrumentos.
Un año más tarde se revisaría el sistema del cambio en el plano electrónico, volviendo a incidir en mejorar la entrada de potencia e intentando suavizar el funcionamiento de este a bajas revoluciones o velocidades. En los siguientes cuatro años, y hasta la llegada de la tercera generación, únicamente se revisaron las decoraciones, manteniéndose en lo demás inalterada.
En la actualidad las unidades que hay en venta en el mercado de ocasión pertenecientes a esta segunda fase tienen precios que oscilan entre los 5.000 y 8.000 euros, dependiendo del año, kilometraje y -por supuesto- su estado. En cualquier caso, la mayoría de estas motos superarán con creces los 100.000 km, pero no os preocupéis porque están preparadas para muchísimos más, y además para realizarlos con la comodidad y prestaciones que pocas motocicletas aparte de la Yamaha FJR 1300 pueden ofrecer.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS