Moto del día: Yamaha X-Enter 125 (2012)

Moto del día: Yamaha X-Enter 125 (2012)

Objetivo: desbancar al Honda Scoopy


Tiempo de lectura: 2 min.

La Yamaha X-Enter 125 nació con un objetivo claro, pero también complicado: plantar batalla al Honda Scoopy, un scooter de rueda alta que arrasaba en ventas. Y para ello, se recurrió a una serie de soluciones, todas ellas, pensadas para facilitar el camino al modelo y poder llegar hasta el inalcanzable scooter de Honda. Era un ataque casi a la desesperada, pues, hasta ese mismo instante, en 2012, nada había podido desbancar al modelo de Honda, ni siquiera scooter más baratos y con una configuración similar.

El Honda Scoopy ha sido uno de esos modelos que lograron convencer al público desde el primer momento y, sin importar lo que ofrecieran los demás, la fama y la imagen obtenida eran más poderosas. como ocurre en muchas ocasiones. Fama e imagen merecidas, obviamente, aunque no por ello justificaba completamente el comportamiento de los usuarios, que pasaban por alto algunas opciones realmente interesantes, como es el caso, precisamente, del Yamaha X-Enter 125.

Yamaha empezó apostando por el precio, pues el X-Enter se fabricaba en Taiwan, lo que permitía ponerlo a la venta con tarifas muy aptecibles. Cuando se puso a la venta por primera vez, se ofrecía por 2.999 euros junto con seguro y combustible durante año incluidos. Ello no suponía pérdida alguna de calidad, pues la firma de los diapasones cuidó mucho ese apartado.

Yamaha X Enter 125 2012 (2)

El siguiente paso era crear un modelo que ofreciera algo que no se pudiera encontrar en el scoopy, trabajo nada fácil. No obstante, en Yamaha optaron por montar de serie cosas como la frenada combinada –aunque el freno trasero fuera de tambor– al tiempo que se dotaba a X-Enter 125 de un motor, de un solo cilindro, por supuesto, capaz de rendir 12,5 CV y de lanzar al scooter hasta unos 110 kilómetros/hora reales, velocidad más que buena para un scooter rueda alta del cuarto de litro. Sin embargo, lo más interesante de todo era su consumo, pues con un depósito de ocho litros se podía recorrer hasta 200 kilómetros.

La parte ciclo no era rompedora, pero si funcional y probada. El chasis era tubular de acero, con el motor anclado mediante un pivote progresivo y un único amortiguador tipo monocross –colocado en vertical–, una solución que se suele usar en scooter de mayores prestaciones para ofrecer un mejor comportamiento de la rueda trasera, tanto sobre baches como al gestionar las reacciones del motor.

Y para rematar estaba su imagen. El Yamaha X-Enter 125 intentaba replicar, en parte, la mirada de las motos más deportivas de la firma con un doble faro frontal y unas protecciones un tanto escuetas, en busca de potenciar su imagen deportiva. solo había un problema: la protección se volvía escasa.

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Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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