Por fin, después de haber visto el prototipo y de haber visto cómo se quedaba un poco en agua de borrajas a pesar los “protos” de pruebas vistos, Aprilia presenta lo que podría considerarse la supersport del Siglo XXI, la Aprilia RS 660. Una deportiva de imagen puramente italiana y claramente inspirada en su hermana mayor, la RSV4.
Las supersport hace tiempo que perdieron aquel espectacular nivel de ventas, que hacía de su renovación algo realmente enfermizo. Cada dos años aparecía alguna novedad, no importaba si era un mísero aumento de apenas 2 caballos de potencia o el lanzamiento de alguna decoración especial. Cada dos años, sin falta, había que presentar algo nuevo.
Esta situación también llevó hacía una carrera prestacional que hizo las delicias de los medios de comunicación y de los amantes de las pequeñas y chillonas deportivas de 600 centímetros cúbicos, capaces de superar en algunos casos los 125 CV declarados. No obstante, todo llegó a su fin por una serie de cosas que, sumadas, resultaba en un problema insalvable. Por un lado, las tarifas de los seguros eran de locura, por otro, los precios no paraban de subir y para terminar, las normativas de emisiones obligaban a un replanteamiento total de este segmento donde su cilindrada era uno de los mayores problemas.
Así, hemos terminado con una categoría, la de supersport, bastante escasa de representantes que, por suerte, parece encaminarse hacia un futuro que prometedor. Y lo mejor de todo es que no se pierde demasiada potencia, pero sí se pierden kilos por el camino y se gana en tecnología. La nueva Aprilia RS 660 es un ejemplo de ello, pues anuncia 100 CV para un peso de 169 kilos en vacío. Incluso habrá versión limitada para el carnet A2, esta versión no se puede limitar al pasar de 95 CV.
Casi todo es nuevo en esta Aprilia RS 660. El chasis, fabricado con aluminio, es un yugo muy próximo a un doble viga que se ha desarrollado ex profeso para esta montura. Emplea el motor como parte portante y se conecta con la rueda trasera mediante un basculante asimétrico, también de aluminio y sujeto igualmente al motor. Este basculante está asistido por un amortiguador que prescinde de bieletas, pero que según Aprilia ofrece buenos niveles de tracción y control.
Además, también se logra contener el peso. Delante, una horquilla invertida con barras de 41 milímetros que se las tiene que ver con las condiciones del asfalto y con la mordida de unas pinzas Brembo de anclaje y bomba radial sobre discos de 320 milímetros.
El motor, por su parte, es un bloque de dos cilindros en paralelo que procede, directamente, del V4 de 1.100 centímetros cúbicos de la Tuono. Concretamente, se han tomado los dos cilindros delanteros para una cilindrada de 660 centímetros cúbicos. Hay pocos detalles todavía, pero con un origen tan especial, debería tener un buen compendio electrónico para gestionar la inyección, un embrague antirrebote y diversos asistentes a la conducción (descritos más adelante). Llama la atención el corto recorrido del escape y lo compacto del silencioso, muy próximo a los de competición.
No falta una plataforma de medición inercial, o dicho de otro modo, un IMU con medición en seis ejes. Toda la electrónica se encuentra abarcada por las siglas APRC vistas en otros modelos de la marca y cuenta con control de tracción, anti-wheelie, control de velocidad de crucero, cambio semiautomático bidireccional (Quickshifter), ABS con acción en curva, freno motor regulable y cinco modos de conducción.
Una nueva forma de entender el concepto de las supersport, con un carenado influido por las tendencias aerodinámicas actuales, sistema de iluminación LED y una postura de conducción bastante radical que no tendrá piedad con las muñecas de su piloto. Podéis buscar las diferencias con el prototipo presentado en noviembre del año pasado en el EICMA:
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS