Hace años que el mercado de los ciclomotores está muy mal de lo suyo en España. Se puede explicar básicamente por el aumento de edad mínima para obtener la licencia AM (14 a 15 años), la convalidación al carné A1 al tener tres años de carné B, y por una escasa diferencia de precio respecto a un modelo equivalente con motor de 125 cc. Un benjamín puede obtener el A1 con 16 años, el AM con 15 años, así no compensa.
Sin embargo, los datos de ANESDOR, la patronal de las dos ruedas y vehículos ligeros, apuntan a una interesante tendencia: los ciclomotores eléctricos crecen muy rápido. En el pasado mes de julio prácticamente se matricularon 10 motocicletas por cada ciclomotor, 17.716 unidades (+13,9%) frente a 1.660 unidades (-22,3%) si se compara con julio de 2017.
En todo el año, se han vendido en España 96.624 motocicletas, un 16,4% más que en 2017 (enero-julio) y solo el 1,9% eran eléctricas, 2.637 unidades. En cuanto a ciclomotores, el acumulado anual es de 8.395 unidades, de los cuales 1.523 han sido eléctricos. Eso implica un 25,9% sobre el total, muchísimo más. Detrás de esas cifras hay mucho peso del canal rent a bike, es decir, empresas como Muving, eCooltra, Movo, IoScoot, Yugo o Coup, que están matriculando muchas unidades para uso compartido, y la mayoría son ciclomotores. Los particulares también se están animando bastante.
Los precios de adquisición entran en terreno de las 125 cc, pero el ahorro en combustible y mantenimiento es bestial
Los ciclomotores de gasolina tienen muy poco atractivo a día de hoy, la chavalería no es lo que era, sobre todo en zonas donde el transporte público es decente y tiene buenas frecuencias de paso. Otra cosa es hablar de ciclomotores eléctricos, que apenas tienen mantenimiento, y en zona urbana se desenvuelven realmente bien: en aceleración tienen poco que envidiar a un turismo, y la punta -45 km/h- es suficiente para la urbe, no así para rondas o circunvalaciones.
Como vimos en un artículo anterior, la llegada de los distintivos ecológicos a las dos ruedas puede cambiar un poco las cosas. Ahora mismo la cuota de ciclomotores que tienen distintivo ECO o Cero es mínima, y más de la mitad de los ciclomotores que hay en España no tienen derecho a distintivo por ser antiguos y más contaminantes. Las futuras restricciones a la circulación que afecten a esos viejos ciclomotores irán dando paso a sustitutos eléctricos.
Pensando en ello fríamente, moverse por una ciudad o gran población con un ciclomotor eléctrico tiene mucho sentido. No hay que tener gran destreza para conducirlos, cualquiera puede llevarlos a partir de los 15 años -la licencia AM la tiene cualquier tenedor de licencias superiores-, son muy económicos, apenas ocupan espacio, se aparcan en cualquier lado, etc. Eso no implica necesariamente que haya que poseerlos, el modelo de alquiler por minutos -motosharing- puede ser muy racional si se echan cuentas.
Además, el hecho de que existan estas empresas de alquiler significa que habrá matriculaciones “aseguradas”, pues las flotas hay que irlas renovando y en el mercado de ocasión empezará a haber más unidades disponibles a precios razonables -otra cosa es en qué estado lleguen tras pasar por miles de manos-.
De no ser por estas matriculaciones de modelos eléctricos, el mercado del ciclomotor español estaría cerca de estar en coma profundo
La experiencia de Madrid, Barcelona, Málaga o Valencia con motos eléctricas compartidas puede irse extendiendo a zonas más extensas y con menor densidad de población, si los números son capaces de justificarse. Puede que en un plazo no muy lejano, las poblaciones medianas también dispongan de este sistema de movilidad, lo cual agilizará bastante el tráfico y reducirá los problemas de aparcamiento. Ya veremos…
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS