Nubes negras amenazan la histórica firma británica de Norton. Aunque en los últimos años y bajo la tutela de Stuart Garner el negocio parecía ir viento en popa, parece ser que las deudas con la Agencia Tributaria Británica se han ido acumulando hasta el punto de que podría verse obligada a echar el cierre por tercera vez en su historia.
Fue en 2008 cuando Stuart Garner se hizo con los derechos de la marca. A partir de ahí fue poco a poco manteniendo la gama de clásicas que en aquel momento tenía (las Commando 961 y Dominator nacidas entre 1999 y 2006, su segundo periodo de actividad financiera) e invirtiendo en el desarrollo de nuevas motocicletas.
La más impactante fue la Norton V4 RR y V4 SS a la que siguieron las Norton Atlas 650 y la Norton Superlight. Todo parecía ir viento en popa con una buena cartera de clientes e interesantes ventas. Incluso realizaron una campaña de crowfounding para ampliar capital tras la que un inversor puso 1,2 millones de euros.
Sin embargo este pasado mes de enero la Agencia Tributaria Británica reclamaba a Norton 350.000 euros de deuda. Realmente el total era de 700.000 euros aproximadamente pero habían saldado la mitad y tenían hasta el 12 de febrero para abonar el resto. De este dinero pendiente la dirección de la empresa apuntaba que algo más de 150.000 euros estaban cubiertos por la desgravación fiscal resultante de haber invertido en los últimos años más de 15 millones de euros en I+D.
Pero en los últimos días todo ha sido muy convulso. Stuart Garner desaparecía de las RRSS e incluso el propio John McGuinness hacía un llamamiento por Twitter para conocer su paradero ya que iba a correr el Tourist Trophy 2020 sobre una Norton.
Debido a estos acontecimientos la consultora BDO tomará la gestión de Norton Motorcycles así como de otras marcas también propiedad de Garner. Se intenta buscar una viabilidad económica tanto para la marca como para los más de 100 trabajadores de la empresa y evitar su cierre. Veremos si hay luz al final del túnel.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS