En ocasiones, la mejor apuesta es mantener la misma continuidad que ha llevado al éxito a una marca. Esa es una de las premisas que se han planteado en Yamaha durante todo este tiempo, y ahora con la última actualización de la Yamaha NMAX 125 se ha podido comprobar. La nueva generación no tiene nada diferente, salvo algunos retoques estéticos y adaptarse a la normativa que ha entrado en vigor en los últimos meses y así no peligrar su vigencia en el mercado.
Con los últimos cambios que se han realizado se ha observado que la apuesta que se ha producido en la marca es la clara confirmación de que es mejor ir a lo seguro, preservar esa seña de identidad, aunque eso suponga que no tengas mucho cambio. En Yamaha son de ir poco a poco, confirmando que la cultura japonesa va a su ritmo y su manera de trabajar no tiene grandes novedades, solo algunos ligeros cambios que hacen que sea una de las motos más atractivas que se recuerda, permaneciendo impasibles ante el paso del tiempo, pero eso al mismo tiempo, puede suponer un gran prejuicio, puesto que los usuarios quieren algo clásico, pero que se adecue a los cambios del mercado.
En este caso, el cambio es principalmente estético y son pequeñas nimiedades. Partimos de que ahora la doble óptica está integrada en el propio carenado, con unos intermitentes LED que le da un toque más elegante. Todo esto se complementa con una nueva carrocería que le ofrece un perfil más dinámico y deportivo, junto a un carenado delantero en el que se ha trabajado más la aerodinámica. Sigue siendo ese scooter que enamoró a todos, pero solo que ahora se ha trabajado más en esas áreas en las que en el pasado se obviaron.
Este scooter deportivo se encontraba en pleno ecuador de su ciclo de vida y ahora ha confirmado lo que muchos esperaban y es que se va a seguir vendiendo como churros o esa es la idea de la firma al querer que se adapte a una normativa Euro 5+, por la que se han centrado especialmente en trabajar en la última tecnología propia que han desarrollado, la Blue Core. Para ello, han querido pasarse el juego con una nueva tecnología Start and Stop, la cual ayuda que el consumo de combustible se reduzca notoriamente y aprovechar el depósito de combustible de algo más de 7 litros. En un principio, desde la marca aseguran que podrán recorrer más de 300 km, pero ya sabemos lo que suele pasar y es que te lo venden todo demasiado bonito y no hay grandes innovaciones.
En materia de seguridad no hay muchos cambios. Esta 125 cc cuenta con los últimos adelantos en cuanto a la seguridad activa, con un nuevo sistema de tracción (TCS), que garantiza que esté controlada la estabilidad de la moto en todo momento sin muchos cambios. Ahora bien, la diferencia entre la NMAX 125 y la NMAX 125 TMax es prácticamente mínima, basándose en dos cambios tontos en la instrumentación, como es una pantalla LCD vs a la TFT en color.
Con estos cambios, la firma solo se ha centrado en cumplir a regañadientes y es que no han supuesto una gran innovación. Solo son cambios mínimos para conseguir superar la normativa europea, la cual sigue siendo cada vez más agresiva en cuanto a lo que supone las emisiones de dióxido de carbono. Ese es el principal problema, que siguen con su mentalidad japonesa de no tocar lo que funciona hasta que se quejen y no se dan cuenta de que, quizás, ese scooter no necesitaba un cambio tonto en su estética y sí en su interior, haciéndolo más atractivo si cabe. Ahora tocará esperar a que llegue a los puntos de venta durante el próximo primer trimestre de 2025, que será su verdadera prueba de fuego.
Alejandro Delgado
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