VAG lleva tiempo queriendo deshacerse de Ducati. Las últimas noticias apuntan a que el grupo alemán esta dispuesto a aceptar diferentes soluciones para la su firma de motos. La venta es la primera de ellas, para así poder hacer caja, algo que ahora mismo no viene mal en el Grupo Volkswagen después del escándalo del Dieselgate y todas las indemnizaciones y multas que han tenido que pagar en relación con ello. No solo eso, Volkswagen debe invertir mucho dinero en la transformación digital que viene, su gama de coches eléctricos I.D. o hacer frente a los costes de transición al ciclo WLTP que se han llevado por delante varios modelos y diversidad en su gama.
Pero desde Alemania saben que esta operación puede ser bastante complicada, sobre todo al precio que desean vender la firma italiana: 1.500 millones de euros. Es por ello que se están barajando otras opciones para revitalizar Ducati, como por ejemplo una fusión o por lo menos una alianza con otro fabricante de motocicletas.
El problema de VAG con Ducati es que su negocio son los coches. El conglomerado alemán funciona muy bien porque de un solo molde es capaz de sacar muchos modelos diferentes, con lo cual todos los costes de desarrollo e I+D se mantienen bajos en proporción, asegurando pingües beneficios para la empresa.
Pero esta técnica no sirve con Ducati, puesto que las sinergias entre motos y coches son muy reducidas. En la práctica Ducati gasta mucho dinero para desarrollar toda la tecnología de vanguardia que monta en sus vehículos: propulsores, materiales, diseño de chasis… y todo ese coste tiene que afrontarse con un número reducido de motos vendidas.
Bajo el paraguas de VAG Ducati ha crecido mucho, su gama se ha ampliado a nuevos segmentos y eso ha supuesto un mayor número de motos vendidas. Durante el año 2012, antes de la compra, la casa de Panigale vendió 42.000 motos, gracias a las cuales ingresó 480 millones de euros, y de ahí obtuvo un beneficio neto de 93 millones de euros.
Durante el pasado ejercicio los números han sido completamente diferentes y nos dan una idea del problema al que se enfrenta la marca a medio plazo. Se vendieron 53.000 motos, se recaudó 736 millones de euros, pero el beneficio total cayó hasta los 51 millones. En resumen, el negocio ha crecido bastante, pero los márgenes son cada vez más reducidos.
El otro problema de Ducati es que no se sabe muy bien dónde está posicionada la marca. Ahora mismo es una especie de fabricante Premium de motos que se dedica principalmente a modelos de gran cilindrada y prestaciones. Es como una especie de BMW Motorrad pero más enfocada en lo deportivo -mientras que BMW vende turismo y aventura- y sin tanto éxito comercial.
Las soluciones pasan por democratizar la gama y e intentar ser un fabricante generalista. Esto es, vender un mayor número de motos en diferentes segmentos con el intento de buscar sinergias dentro de la propia firma y repartir la carga tecnológica entre todas ellas.
El plan B sería que otro fabricante de motos comprase la marca y la utilizase como firma premium y exclusiva, pero aprovechando la tecnología que se desarrolle en ese grupo. El problema que veo yo con esto es que ningún fabricante tradicional de motos se va a menospreciar a si mismo y posicionarse por motu propio por debajo de Ducati en el mercado. Quizá podría hacerlo alguna firma asiática con la billetera llena y que quiera comprar una marca potente con carisma, pedigrí e historia por la vía del talonario para seguir expandiéndose.
En todo caso, parece que a este culebrón, que ya viene de lejos, cada vez le quedan menos capítulos. No me extrañaría que en unos meses contemos en estas mismas páginas el desenlace de este buscado divorcio.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.Me pregunto si como marca premium podría interesarle a KTM.
Ducati tiene, en principio, mayor categoría que los austriacos, de forma que podrían combinar ideas y tecnología de ambas marcas y venderlo en un segmento superior cuadrando números…
Aunque posiblemente lo de que la compre algún consorcio chino sea lo más probable.
Uff me da a mi que más la segunda opción, que vengan unos chinos y la compren (eso no es malo, que le pregunten a Volvo, por ejemplo). El problema de KTM es que yo creo que ya tiene suficiente imagen semi-premium por si misma, y no se va a meter en ese fregado