Hay apuestas que pueden llegar a considerarse arriesgadas, pero al mismo tiempo, es una continuación a uno de esos proyectos que tanto éxito les ha dado en el pasado. En Suzuki son de segundas oportunidades y estarían estudiando el regreso de la Suzuki GSX-R 600 al mercado europeo o al menos de una deportiva de media cilindrada. Es una decisión un tanto extraña, si se tiene en consideración que en 2019 retiraron del mercado a la Suzuki GSX-R 750 y tres años más tarde hicieron lo propio con la GSX-R 1000 al no cumplir con la normativa Euro5.
Ahora que la firma japonesa se ha propuesto adentrarse de nuevo en nuestro mercado, no es de extrañar que lo hagan con una Gixxer que les ha dado un buen resultado en el pasado. Se trata de una gama de motos de los de Hammamatsu que supuso una revolución por completo y que, al mismo tiempo, abrió camino a las motos hiperdeportivas, esas que pueden ser las que realmente necesiten los usuarios más acérrimos a una marca que no ha dejado indiferente a nadie.
Durante mucho tiempo han sido varios los pasos que han dado y que les han alejado del mundo de la competición, todo ello fruto de un espíritu de reconversión y restructuración interna que le ha dado por innovar hasta cierto punto. Lejos queda el lanzamiento de la Suzuki GSX-8R, que supuso el inicio de una nueva era con un motor bicilíndrico de 776 cc, pero poco tiene que ver con las clásicas tetracilíndricas que tantos buenos resultados obtuvieron en el pasado.
El presidente de Suzuki Motor Corporation, Toshihiro Suzuki, ha advertido que en los próximos meses veremos en el mercado una nueva hiperdeportiva que recorrerá la filosofía de la marca nipona durante todo este tiempo y lo hará respetando las nuevas normativas comunitarias de emisiones de dióxido de carbono, lo que significa que van a priorizar las motos de calle que ese mundo de la competición en el que brillaron hace unas décadas.
Analizándolo fríamente, es una gran noticia para la industria de las dos ruedas y en concreto para el mercado europeo que sigue adaptándose a los nuevos tiempos, donde en muchas ocasiones no se han atrevido a dar los pasos necesarios por miedo a las posibles reacciones que tengan los usuarios, y más cuando tenemos casos como los de KTM que están en una de sus peores crisis.
La decisión de Suzuki de recuperar una gama histórica como es la Gixxer, y darle una nueva oportunidad a las deportivas de media cilindrada, es lógica y decisiva. Es un segmento que ha resurgido en los últimos años, con firmas como Yamaha, Ducati, KTM, entre otras, ya sean de la mano de la nueva Ducati Panigale V2 o bien con una Yamaha R9 tricilindrica, al mismo tiempo, que en Honda relanzó en Europa la Honda CBR 600 RR o bien en Kawasaki apostaron por la ZX-6R en todo este tiempo.
Es una de las apuestas más seguras y no es para menos. Las firmas japonesas siguen dominando entre las deportivas y en Honda es el claro ejemplo en el que se tienen que fijar. Son los líderes de las deportivas de 501 y 750 cc en Reino Unido y eso es lo que garantiza que hay un gran seguimiento por parte del público, que es en el fondo quienes les dan de comer.
Por ahora son muchas las dudas que se plantean sobre la mesa respecto a este nuevo modelo que llegará en los próximos meses, aunque todo hace pensar que nos tendremos que esperar al próximo EICMA 2025. Si tiramos de lógica, es bastante probable que veamos que en el próximo lanzamiento tengamos una deportiva bicilindrica, capada, pero no mucho y que esté a la altura de sus rivales directos, plantándoles cara y sobre todo, recuperando ese terreno que han perdido en todo este tiempo.
Alejandro Delgado
COMENTARIOS