Montesa y Estados Unidos, el inicio de una exportación esencial

Montesa y Estados Unidos, el inicio de una exportación esencial

Resulta imposible comprender la historia de Montesa sin la importancia del mercado estadounidense, algo clave durante los años sesenta.


Tiempo de lectura: 4 min.

Durante los años cincuenta el motociclismo en España se seguía orientando, casi en exclusiva, al mercado interno. Sin embargo, de manera pionera Montesa empezó a salir con cierta decisión al extranjero. Así las cosas, el lanzamiento de la Brío -con un diseño especialmente versátil, capaz de asumir variantes muy diferentes entre sí- posibilitó el desembarco de la casa barcelonesa en el Reino Unido. De esta manera, en 1956 aparecía la Brío 91 -preparación deportiva de esta turismo- cosechando buenas críticas.

Asimismo, durante aquel mismo año la excelente actuación firmada por el equipo oficial de la marca en el TT de la Isla de Man brindó unas evidentes posibilidades publicitarias. Así las cosas, llegados los años sesenta Montesa ya había adquirido unos ciertos conocimientos sobre exportación. Algo que iba a necesitar pues, no en vano, los cambios producidos en el mercado español hacían necesaria la búsqueda de nuevos horizontes.

En primer lugar, la popularización de los automóviles compactos estaba dando al traste con las ventas de las motocicletas turismo. De hecho, a comienzos de los años sesenta no pocas marcas surgidas durante la posguerra -las más de ellas equipadas con el motor Hispano-Villiers- empezaron a echar el cierre. Asimismo, en los Estados Unidos estaba ocurriendo algo realmente interesante. Y es que, aupadas en un público cada vez más joven, las diferentes especialidades del Off-Road iban tomando cuerpo con fuerza evidente. Un contexto en el que las ligeras y económicas monturas con motores de dos tiempos tenían mucho que decir.

Montesa ya había mostrado interés por la exportación desde la década de los cincuenta, cuando creó modelos con el mercado británico en mente

Montesa llega a América con unos socios de excepción

Decidido a comercializar motocicletas de Cross, Kim Kimball se unió a la historia de Montesa en 1963 iniciando la importación de la misma a los Estados Unidos. De cara a este proceso el modelo escogido fue la Impala Cross, rebautizado para aquel mercado como Impala Scrambler. Y vaya, aquella parecía ser una buena elección. Aupada en la gesta representada por la Operación Impala, esta variante Off-Road con 175 centímetros cúbicos era una opción de lo más interesante para quienes exudaban veleidades de piloto por pistas de tierra. Una máquina sencilla, económica, ligera y efectiva.

Llegados a este punto, lo que empezase con una partida compuesta por unas pocas unidades se convirtió en una empresa de distribución con más de 350 puntos de venta. Y todo ello en tan sólo unos meses. Asimismo, Kimball contó con socios tan significativos como el mismísimo Steve McQueen. No sólo un gran aficionado al automovilismo y motociclismo deportivo, sino también un corredor destacado en diversas pruebas Off-Road. Aquellas mismas cada vez más y más populares en el panorama estadounidense.

Especialmente entre los jóvenes, quienes demandaban cada vez más máquinas versátiles y económicas con las cuales iniciarse en las distintas especialidades sobre tierra. Debido a ello, las ventas de Montesa en los Estados Unidos fueron al alza, asentándose Montesa Motor Inc con la entrada en su accionariado de los pilotos de automovilismo Phil Hill, Ritchie Gunter o Dan Gurney. Verdaderas leyendas de la F1 y Le Mans.

montesa america (1)

La visión comercial de Kim Kimball fue proverbial, con elementos tan sencillos pero efectivos como la creación del lema Viva Montesa

Tras esto, a finales de los años sesenta, y a pesar de la cada vez más creciente popularización de las marcas japonesas en América, la historia de Montesa resulta indisociable de su penetración en el mercado estadounidense, al cual no sólo se destina la mayor parte de la producción sino también una cierta cantidad de diseños pensados en exclusiva para el mismo. En fin, una internacionalización que, si bien explica en buena medida el auge de la marca, también nos da pistas sobre su decadencia. Algo que veremos en futuras entregas.

COMPARTE
Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado