Las necesidades publicitarias en el mercado californiano exigieron el estreno de Yamaha en las carreras, siendo el GP de Santa Catalina en 1958 su estreno internacional.
La llegada a los concesionarios de la YZ M250 en 1975 puso a disposición de los piloto-cliente el laureado sistema de amortiguación trasera puesto en práctica por Yamaha durante el Mundial de dos años antes.